viernes, marzo 10, 2006

El halago mentiroso me encanta. Disfruto viendo actuar al que tengo enfrente, creyéndose que me engaña, y no es así. La comedia que hace el hipócrita no me sorprende, es una práctica muy social que no solo entretiene sino que además enseña, muestra todo aquello que no quiero llegar a ser.