martes, mayo 15, 2007

C’mon baby, just take my hand, I’ll show you the best view

Ando algo liada. Es lo que tienen las mudanzas. Otra cosa que tienen es la sensación que te dan de caracol, con todas tus cosas acuestas. Por otra parte me pillo unos mosqueos conmigo misma que son impresionantes, ¿cómo puede ser que tenga tal cantidad de cosas? y lo peor, ¿cómo es que en un momento dado las considero imprescindibles?! Es impresionante la cantidad de cosas que he llegado a acumular y como te creas toda una serie de necesidades innecesarias que te llevan a una acumulación de inutilidades tal que al final lo único que ocurre es que estás desbordada. Y esta semana también se me presenta algo jodida… Diego vino ayer, menos mal, tenía unas ganas de verle… el circo se monta el sábado, el desembarco desde Madrid no ha hecho más que comenzar y ya me he agobiado… la familia no se elige, te viene dada y hay que apechugar con según que especimenes…
Para mantener cierta cordura entre tanto ajetreo estos días he estado escuchando The Marzipan Man Stories, el disco de debut de The Marzipan Man, o lo que es lo mismo Jordi Herrera, cantante de Satellites que para su proyecto en solitario deja de lado el pop ruidoso y distorsionado para, de un modo más tranquilo, contarnos un cuento mientras nos coge de la mano y así, de este modo ayudarnos a entrar en su mundo onírico lleno de extrañas historias en parajes de pura y deseada irrealidad.