Sigue alimentando tu alma rockera!
Es lo que tienen los días que no amanecen por la mañana, que se desajustan y se desenfocan. Como cuando sacas la miopía a pasear y resulta que de repente te encuentras en otro país, todo es extraño y desconocido. No reconoces casi ni el camino. Todo perfecto. Antes del otoño ya tendré algo más entre manos. Otra cosa diferente a esta de ahora. La genialidad de mis ideas dura lo que tardo en llevarlas a cabo, después las veo tal y como siempre fueron, una mierda. Algún día aprenderé a replantearlas, pero mientras tanto continuaré en el santuario del silencio. Así que para lo que me queda aquí quizás dejar que la inercia haga lo propio, aunque lo que merezca sea un corte de mangas. Siempre se paga un precio por seguir viviendo, regocijándose entre gente ensimismada en sus vidas autocomplacientes. Quizás haya metido la pata de nuevo y si en algún momento llego a verlo así, me detendré y lo reconsideraré. Ahora ya tengo bastante con intentar ser consecuente. Me resulta fácil hacer míos los sueños de otros. A lo mejor me intuyes cerca catalizando tus ilusiones. Y, como en nuestra conversación deluxe, intento convencerte de que se que no vendrá y lo se por una canción que ni siquiera es suya.
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