Cómo desdoblarse y (casi) no morir en el intento

Me quedo sin pilas después de esta semana, me apago definitivamente. Al igual que le ha ocurrido a mi móvil, pero mi sangre fría ha hecho que ya haya sido capaz de sustituirle en un plis plas… así de desnaturalizada dicen que soy… cuando en realidad lo único que reclamo es algo más de atención y en este momento sobretodo vacaciones…
Es en este mes cuando todo el mundo parece que curra mogollón (y que conste que me incluyo), todos nos quejamos de lo mismo, cuando en realidad lo que ocurre es que llegamos ya agotados, sin batería suficiente para llegar al final, como arrastrándote camino a unas vacaciones que parece no van a llegar nunca y que cuando por fin llegan se esfuman antes de que te des cuenta de que están aquí. Y será entonces cuando me entre otro arranque de realidad y me de la rabieta de niña pequeña por tener que verme obligada a pasar entre 8 y 10 horas al día con gente con la que en circunstancias normales no compartiría quizás ni un café… en fin pero este ya es otro tema más propio del mes de septiembre…