domingo, marzo 09, 2008

Ya está aquí!

Siempre he pensado que tenemos los “ídolos” que nos merecemos, así en conjunto, y en esta ocasión también será así. Si somos unos cutres nos representarán unos cutres.
Por otra parte, lo más destacado es el comienzo (por fin!!!) del mundial de motociclismo, que en esta ocasión lo hace con nocturnidad y toda la chulería posible por parte de un rookie como Lorenzo, compañero de mi gran debilidad Valentino Rossi (bueno, comparten escudería y punto, que tampoco comparten ni box ni neumáticos, el italiano será el único piloto de la marca del diapasón que lleve Bridgestone, que ya sabemos como se las gasta The Doctor). Esta noche podremos ver como pisa Lorenzo en motogp (ayer ya pulverizó récord y parece que le tendré que dar la razón a Raúl R), cómo va la Ducati de Stoner que con la mayor velocidad punta del campeonato no hay quien le siga el ritmo, como sufre (literalmente) Pedrosa a los mandos de su Honda y el mejor de todos ellos (y quizás de todos los tiempos) Rossi que aspirando a demostrar siempre que la valía del piloto está por encima de la mecánica, intentará volver a ganar otro mundial con una moto a priori inferior.
Este año además de la lucha de pilotos y de la de escuderías vuelve a tener una importancia desmedida la lucha de neumáticos (la primera victoria se la llevó quien mejor se adapta a las bajas temperaturas del asfalto en la noche de Qatar, es decir, Michelín). A mi modo de ver resulta inaceptable que un campeonato mundial se decida por los neumáticos (justamente fueron los neumáticos los que al final marcaron la diferencia en el título de Stoner de 2007, sus Bridgestones prácticamente aflijieron a Michelin y Dunlop), aunque tampoco creo que la solución pase por una sola marca (la monomarca sólo provocaría un estancamiento). Yo quiero ver carreras en las que lo decisivo sea el piloto, siempre con la ayuda de la moto, pero el piloto debe mandar sobre todo ello. Si no, no hay emoción, ni adelantamientos, ni escapadas, ni un piloto a la zaga de otro, estudiándole a lo largo del trazado para, de repente, adelantarle cuando parecía que ya no podría alcanzarle y así dejarle atrás (jugada tantas veces vista en Rossi), ni esas frenadas a final de recta ajustando hasta el límite la entrada en curva… en definitiva nos perderíamos todas las emociones que destila motogp, como pasó en más de un gran premio en el 2007.
Echaremos de menos a Carlos Checa, este año en Superbikes.
Comienza la diversión!!!