Veo a Satán caer como el relámpago
Si oyes truenos y es de noche, piensa en mi. Con toda probabilidad estaré en casa sobrellevando del mejor modo posible el malestar que estos me producen. Seguramente estaré en la cama tapándome con las sábanas como una niña pequeña.
Ya me se todo eso que nos contaban en primaria de que en una tormenta con un fuerte componente eléctrico los rayos se producen por diferencia de potencial entre dos puntos y las diferencias de temperatura y presión que estos ocasionan hace que el aire se expanda y se contraiga dando como resultado esa perturbación sonora tan característica, como una onda de choque más que de sonido propiamente dicha.
A mi todo ese rollo me da bastante igual, a mi me dan miedo y me estremezco cada vez que suena uno. Como una tonta. Como anoche.
Por cierto, el título tan rimbombante de la entrada viene de un libro de René Girard.
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