y tiro porque me toca

De lidia en lidia. Así es como me he pasado los últimos días, la tentación del buen tiempo de ahí fuera no pudo conmigo. Resistiendo las semanas, peleándome los días, rodeada de papers mientras preparaba un proyecto que ha tenido una buena aprobación de mi jefe y que ya está mandado a ver como me lo valoran… por lo demás, pues con una primavera entre maletas, con mucho viaje rápido.

Así me organizo yo, o viendo una peli, o escuchando música, trabajando en el sofá o en la cama. De hecho la tesis la preparé así, entre artículos y libros, con el ordenador cerca y en la cama, ya que es más amplia y me cabían más papers.
Ahora intento decidirme entre escuchar el último disco de Envelopes (Here Comes The Wind) o quizás el de Tindersticks mientras continúo dándole un buen mordisco a la biografía de Nick Drake (Más oscuro que el profundo mar. En busca de Nick Drake de Trevor Dann) o ponerme a ver I’m not there que hace ya unos días que me está esperándo. Difícil decisión, sin duda. Todo ello amenizado con una cervecita fresca que me acabo de servir. Es que sin duda todo resulta más sencillo en tardes como la de hoy.