jueves, junio 15, 2006

He vuelto de Barcelona a tope. Como con ganas de trabajar incluso. Esta semana ha sido bastante improductiva, escasa de trabajo pero aplastante. Al final el viajecito resultó tan inútil como divertido, de este modo se logra equilibrar un poco el asunto.

El concierto en el palau de la música me pareció bastante interesante (un poquito de jazz en vivo para animar la velada). La posterior entrega de premios llevaba incluida una ministra de sanidad disfrazada de fresón coqueto (Elena Salgado) y una consellera enlutada en traje y espíritu (Marina Geli). El cocktail rápido y la cena genial, plagada, eso sí, de ejecutivos y burócratas varios. Pude coincidir de nuevo con Carmen y Ana de Badajoz, ellas como siempre perfectas. También conocí al hijo de Carmen, Juan, que cenó a mi lado (una opción bastante más buena que algún otro ejecutivo encorsetado de los que rondaban el asunto), resulta que el chico vive y trabaja ahora en Barcelona. Reí bastante durante la cena (menos mal de Juan), y pude controlarme con el vino (es que a mi el buen vino me pierde). Lo más difícil fue el ignorar las miradas inquisidoras de Carmen, ya que para ella su hijito (su niño a pesar de los 29 años que ya carga encima) es una de las maravillas más maravillosas que hay sobre la faz de la tierra (amor de madre que dirían otros). Al final nos fuimos de copas hasta tarde, bastante tarde incluso para el fin de semana, a pesar de ser martes. Él durmió unas tres horas, yo no tenía toque de queda al día siguiente, pero aun así la resaca no me dejó dormir más allá de las 10, de modo que saqué a pasear el dolor de cabeza un rato. No me apetecía llamar a mi jefe ese día, ni ver a Carmen y Ana, de modo que me organicé un día de compras y paseo tranquilo. Tenía un vuelo malísimo y la espera hasta que llegara la hora de irme se me hizo pesadísima, y anoche no me pude acostar hasta tarde. Esta mañana me he levantado algo más tarde de lo habitual, revoloteada por ello…

¿Qué será lo que me pasa a mí con los Juanes?

Algún día con algo más de tiempo tengo que explicar lo que me ocurre cada vez que conozco a un Juan….