viernes, agosto 11, 2006

Terapias

Los sistemas más estables en la naturaleza se rigen en base a oscilaciones, de modo que es posible establecer dos puntos totalmente diferentes entre si, el nádir y el cenit de la oscilación, contrapuestos en si mismos pero necesarios mutuamente.
Para mantener cierta cordura sigo dos tipos de terapias básicas.
Mi terapia individual no es palpable, pero si perceptible, aunque abstracta y subjetiva. Suena a música en el aire. Recurro a ella para mantener cierta sensatez en los momentos en los que me encierro en mi misma, sin nadie pero acompañada. Solo de ese modo consigo reestructurarme y entonces puedo encarar un retorno.
La terapia colectiva llega cada fin de semana de la mano de la noche, las copas y los amigos a los que recurro para evadirme un poco más si cabe.
Siempre que puedo busco la noche, no hay que dar tantas explicaciones, las cosas llegan sin más, tan solo se suceden. Todo queda difuminado por la oscuridad y la música elevada.
La noche es más permisiva, te envuelve y deja que juegues un rato en ella.