Tú haces que la vida se me vuelva de colores
Una noche de Sant Joan tranquilita, casi como si no hubiera nada de lo que despojarme en la hoguera de la noche más corta.
Una copa en ses voltes y concierto de La gran Orquesta Republicana.
LGOR debe llevar ya unos 10 años, sino más, al formarse después de un impás tras la desaparición de skarabajos. Después de tanto tiempo continúan provocando la misma reacción en un público cada vez más heterogéneo en cuanto a edad se refiere. Hacía mucho que no les veía en directo. Me sorprendió comprobar cómo canciones con unos cuantos años ya consiguen conectar con un público joven que acaba de abrir los ojos (había mucho adolescente), al mismo tiempo que quienes tenemos unos cuantos años más seguimos bailando con su música ska, rock, reggae, punk, hardcore… un poco de todo que consigue hacernos bailar ante la fiesta que organizan con su música, canciones con unas letras que pueden llegar a conmover (los nadies, te quiero, la noche, información, vida de colores…) y otras mucho más peleonas y reivindicativas (imagina la victoria de los vencidos, mi territorio, república, mundo libre, repúblicaIII, enemigo…). Un auténtico disparate sonoro.
Allí estaba un novio de hace tiempo (sigue igual de guapo que entonces, pero mucho más fumado y estancado que nunca). Borja me encantaba hasta que sus razones se tornaron de lo más banales e insustanciales, por lo que se perdió todo el interés de golpe. Siempre he sentido cierta responsabilidad ya que no comenzó a fumar hasta que me conoció.
LGOR me trae muy buenos recuerdos de noches de verano de verbenas con su música de fondo.
Una copa en ses voltes y concierto de La gran Orquesta Republicana.
LGOR debe llevar ya unos 10 años, sino más, al formarse después de un impás tras la desaparición de skarabajos. Después de tanto tiempo continúan provocando la misma reacción en un público cada vez más heterogéneo en cuanto a edad se refiere. Hacía mucho que no les veía en directo. Me sorprendió comprobar cómo canciones con unos cuantos años ya consiguen conectar con un público joven que acaba de abrir los ojos (había mucho adolescente), al mismo tiempo que quienes tenemos unos cuantos años más seguimos bailando con su música ska, rock, reggae, punk, hardcore… un poco de todo que consigue hacernos bailar ante la fiesta que organizan con su música, canciones con unas letras que pueden llegar a conmover (los nadies, te quiero, la noche, información, vida de colores…) y otras mucho más peleonas y reivindicativas (imagina la victoria de los vencidos, mi territorio, república, mundo libre, repúblicaIII, enemigo…). Un auténtico disparate sonoro.
Allí estaba un novio de hace tiempo (sigue igual de guapo que entonces, pero mucho más fumado y estancado que nunca). Borja me encantaba hasta que sus razones se tornaron de lo más banales e insustanciales, por lo que se perdió todo el interés de golpe. Siempre he sentido cierta responsabilidad ya que no comenzó a fumar hasta que me conoció.
LGOR me trae muy buenos recuerdos de noches de verano de verbenas con su música de fondo.
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