A vial of hope and a vial of pain

Y eso hice yo ayer por la tarde, escuchar el que será el próximo disco de Arcade Fire.
Funeral ya fue considerado en su día como todo un clásico contemporáneo, y después de eso se han tomado su tiempo para sacar su siguiente trabajo. Y claro, como era de esperar, este nuevo disco viene precedido de expectativas considerables.
Y no nos engañemos (que luego dicen que soy mala, exigente y que nunca estoy contenta) es un buen disco, probablemente añadirá algún nuevo adepto (o fiel seguidor de sus recogimientos) y hará que el grupo continúe con ese aura de banda notable caída del cielo para redimirnos. Si Funeral giraba en torno a asuntos quizás más personales, éste tiene un toque más generalista. Neon Bible va del rollo disco definitivo sobre el tumultuoso estado del mundo en el siglo XXI.

Neon Bible es el título de un libro de John Kennedy Toole que narra la tiranía moral de un pueblo ahogado en fanatismo religioso. El grupo ha negado cualquier relación, pero después de escucharlo me río yo de lo que digan, con canciones que incluyen referencias más o menos claras y una temática plagada de moralidad. A mi parecer van un poco de sobrados estos canadienses, como de iluminados por la vida, de instruidos y eruditos, profetas intentando venderte la última posibilidad de salvación. Cómo no, ya tienen toda una serie de apóstoles y discípulos varios que predican su palabra terminando el sermón con un claro y dramático “qué profundos!”.
A mi me entretienen pero no conecto.
Estamos a mitad de febrero y ya sabemos que este disco entrará a formar parte de la lista de lo mejor del año dentro de 10 meses, pero Neon Bible será recordado sobre todo como argumento definitivo a favor de Funeral.
Canciones inquietantes y potentes, como Black mirror, la fantástica Keep The Car Running como probable primer single, la lánguida y apacible Neon Bible, el tremendo órgano de la trágica Intervention, el cambio de ritmo de la un poco insulsa a mi parecer Black Waves/Bad Vibrations, la innecesaria Ocean of noise, y la envolvente The Well And The Lighthouse, Antichrist Television Blues rollo telepredicación facilona, la retahíla de intenciones en que resulta Windowsill, para llegar finalmente a la genial No cars go, cerrando el disco con una My body is in a cage cargada de lirismo devoto, como no podía ser de otra forma.
Después de Funeral no se lo íbamos a poner fácil.
<< Home