miércoles, marzo 07, 2007

El más atractivo

Ni de la excepcional Ciudadano Kane, ni de La Dama de Shangai, ni de Mcbeth, Othello (que ganó el Gran Premio del Festival de Cannes en 1952 y de ahí que me haya acordado de él después de que fuera el centro de una apasionada conversación sobre la belleza durante un paseo en la localidad francesa estos días), Campanadas a medianoche, El largo y cálido verano, El tercer hombre o La guerra de los mundos… (al cabo de los años ironizaría con la repercusión y el caos montados por esa difusión radiofónica, afirmando que por lo que hizo a otro le hubieran llevado a la cárcel y, sin embargo, a él le llevaron a Hollywood). Nada de todo esto.

No hablaré de su filmografía, que ya habla por si misma, solo de él y poco.

Orson Welles.

Quizás no sea el hombre más guapo del mundo, ni falta que le hizo, pero si de los más interesantes a mi modo de ver, con esa mirada que lo era todo. Uno de los hombres más atractivos, con unos ojos llenos de fuerza y pasión.


Auténtico genio mediático, de personalidad arrodallora, como tocado siempre por una especie de varita mágica. Polifacético, sensible, polémico y poliédrico.
Y aunque al final se descuidó demasiado, seguía magnetizando con su mirada.
Sus cenizas, por cierto, están enterradas en Ronda, y es que el bueno de Welles era un apasionado de España.