domingo, noviembre 23, 2008

Arderé en el infierno, lo dice la Biblia

Ya lo he vuelto a hacer. Ya lo hice una vez y otra, y ahora también. Más de la mitad de mi vida jodiéndomela en la inmediatez. El no haberle dado tiempo ni espacio me mantiene en standby. Nunca se cual es el momento más apropiado para nada. Todo en mi vida surge como por error y a total destiempo. Temiéndole siempre, a sabiendas de que no me tenía que acercar pero al final me encontré con sus ojos y nada pude hacerle cuando tan solo dije adiós. Aunque me esconda de nuevo, huya otra vez de otro pero siempre el mismo, todavía me encontraré a mi misma incesable y monótonamente, porque al final de quien huyo es imposible alejarme. Las noches llegan y ocurren otros errores que son diferentes pero siempre el mismo en esta primavera que se me eterniza en la tierra de las oportunidades que parecía que me iba a salvar de todo menos de él. Buscando el derecho a no estar. No era lo más correcto pero aun así lo hice. Otra vez. Al final la única perjudicada soy yo misma en mis miserias. No puedo reconstruir mi mundo ni cambiando de escenario. Yo, que soy de lo peor que me puede ocurrir a mi misma, mi mejor enemiga, voy hundiéndome la vida día tras día a través de malas decisiones tomadas en tan solo un instante con la inconsciencia de mis eternos qué mas da, ya lo pensaré en otro momento. No fue solo un error sino uno tras otro. En sus brazos de nuevo, siempre otro siempre el mismo, me siento mal, sombría, perversa, retorcida y desalmada. Otro domingo más y van muchos. Me miro en el espejo por la mañana y tan solo veo los restos de mi, y me pido perdón por lo que me he vuelto a hacer. Pero aun soy yo.