viernes, noviembre 07, 2008

So don’t write me off

Creo que el disco de Damien Jurado me engañó sin pretenderlo. Mis primeras escuchas fueron quizás algo ligeras, justo los últimos días en Mallorca con mucha cosa por hacer a mi alrededor, de modo que quizás no le presté demasiada atención más allá de la meramente superficial y entonces pensé que le había salido un disco fácil, más ligero si quieres, alegre también y por tanto más accesible. Pero Damien Jurado nos engaña creo sin pretenderlo. Canta con mucha humanidad de un modo simple, poético y autoreflexivo reflejando la melancolía del momento pero sin arrastrarse en ella. Es un disco que puedes escuchar una y otra vez de fondo mientras sigues con tus cosas, porque suena apacible, no te exige o demanda demasiada atención, agradece la que le ofrezcas. Pero en el momento en el que le prestes todo tu interés será cuando te des cuenta que desde su ritmo amable y encantador sus letras destilan una crudeza tremenda. Y esa crudeza parte de él mismo, ya que en este disco se expone sin pudor alguno, aunque con dolor, con acusaciones desde un tono despreocupado pasando por la aflicción, desolación o el desconsuelo de fondo amable y vibrante. De entre todas yo hoy me quedo con los susurros de sheets.