El finde en madrid ha conseguido abstraerme un poco de la realidad tan angosta en la que estaba sumergida. Tras depositar la tesis el viernes a las 12h, a media tarde partía hacia el aeropuerto con la intención de buscar lo que al final logré encontrar. De modo que en estos últimos días ha habido de todo. Pero me quedo con lo más reciente que es también lo más recreado. Este fin de semana ha sido especialmente cañero, de modo que para paliar la falta de creatividad literaria de estos días me limitaré a escribir sin pretender entrar en demasiados detalles.
Creo que con los años me estoy volviendo un poco tiquismiquis. Me explico, en el avión tuve la grandísima suerte de poder sentarme al lado de una señora (de esas de rosario en la mano y escapulario en el cuello) que, además de temerosa de los aviones, tenía algún tipo de problema respiratorio de modo que a parte de rumorear a ratos algo parecido a algún tipo de rezo o plegaria, nos deleitaba a los de su alrededor con otro tipo de ruidillos nasales tan molestos como, me imagino, inevitables para ella. Siempre me compro algún tipo de revista para los aviones, lo de los libros lo dejo para otros momentos, a no ser que el vuelo sea largo (que no era el caso) prefiero algo más insustancial de modo que, a parte de no cargar con ello, si me lo dejo olvidado en el asiento o en el bar del aeropuerto no me duele mucho. De este modo ahí estaba yo, mirando como tiene decorada la casa Alaska en el Neo de este mes (si, si, muy cool, pero qué miedo despertarse en esa cama, ir a ese cuarto de baño y no morir en el intento de sobrevivir a esa alfombra) mientras la señora en cuestión me daba el vuelo. Llega a durar 10 minutos más y juro que le digo algo ( señora! que no está usted sola en el avión! un poco de decoro!) y con lo borde que estoy últimamente, que no me callo ni una, no hubiera sido precisamente suave. Educada si, eso siempre, pero suave o delicada no. Aterrizamos en la zona nueva, de modo que tras darnos un paseo turístico por todas y cada una de las pistas, conseguimos llegar a las terminales de siempre tras 15minutos dando vueltas y más vueltas. Sólo le faltó al piloto darnos indicaciones tipo, a su izquierda pueden ver la pista L34, la más larga de todo barajas, a su derecha pueden admirar la S23, característica por los pequeños baches a la mitad, en fin…. Después cuando bajé del avión fui totalmente consciente de que existen clases hasta en las escalerillas de los aviones. Que triste. Una vez ya instalada me acordé de que ese mismo día era el cumpleaños de Cati13, así que la llamé. Como vive a 7 horas menos de aquí no la pillé en el curro, de modo que pudimos hablar un rato. Quizás pueda venir a finales de junio, siempre y cuando la entrevista por lo de la tarjeta verde vaya bien, que tiene una boda que preparar para el 15 de julio. Cenamos Sofía, Dorian (Mon amour!!), ElisaSun, Mima dance, Pedrito (que pasa!!) y yo en casa de los DoñaDoña en embajadores (mucho mejor que donde estaba antes). La resaca del sábado fue espectacular, llevaba tanto tiempo portándome bien que el viernes me dejó hecha polvo. Al día siguiente comimos en la zona de chueca, en un sitio peruano que tenía ganas de probar. Nada más llegar nos pusieron un cocktail bastante fuerte, de modo que el “que bien algo fresquito” se convirtió en “oh! Dios mio! Esto me quema la garganta!” nada más probarlo. De perdidos al río, así que pedimos vino para comer. Siempre se ha dicho que lo mejor para la resaca es el mismo alcohol, no es así?! En otras ocasiones (cuando es época de desfase) me decantaba por la cerveza en lugar del alka setzer, pero comer con vino para quitarte la resaca no lo había intentado antes. Fuencarral estaba agobiante, no duré ni un minuto, ni siquiera quise quedarme a tomarme algo en el bar del mercadillo. De modo que fui a la plaza mayor, al menos así me daría un poco más de aire. Acabé la noche por la latina, de bar en bar y sigo porque me toca. Pedro(Join) no paraba de pasar, aunque yo tampoco le decía que no a lo que pasaba. Creo que nos faltó un poco más de reacción, si las neuronas no hubieran estado tan entumecidas quizás hubiera caído a tiempo de llegar a malasaña. Pero se hizo tarde, demasiado tarde. No sabía yo que el sábado había una concentración por lo de la tala de los árboles del paseo del prado, me enteré al día siguiente. De hecho fui a comer por Huertas y de camino estaba el paseo tan bonito, con el sol tan bueno que hacía que daba mucha pena pensar que quizás era la última vez que los vería. En fin, no me pondré ni melancólica ni triste, porque ni me pega, ni me gusta, ni me va, pero eso fue lo que pensé. En uno de los carteles de un pobre árbol se podía leer “Yo seré tu voz”. Los desdichados ya tienen la suficiente desgracia de vivir en el centro de una ciudad grande, contaminada y atestada de tráfico, sobreviviendo a ello más que dignamente, para que además ahora tengan que soportar la pretensión faraónica de un tipo (Gallardón) que se ha empeñado en cambiar por completo la fisonomía de una ciudad en un tiempo récord. Las obras de la M30 ya me resultan tremendas, quizás necesarias, sí, pero ¡por un momento te metes en el cauce del río! Pobre manzanares, si tuviera conciencia de lo que con él hacen. Pedro (soy borde y me mola! Qué pasa?!) se pasó todo el fin de semana picándome, se ve que tenía ganas de guerra, y a mi si me buscan me encuentran. De modo que al final tengo que decir que sucumbí a sus borderías de un modo muy tonto. Siempre es lo mismo con él, un par de borderías por aquí y me descojono, te pico por allá y me parto, se ríe un rato, me río más…. Entramos en esa especie de lucha de caracteres, y es que el chico necesita reafirmarse de modo alguno. En este tipo de luchas no gana nadie, tan solo se pueden perder pero en nuestro caso fue un empate técnico y hasta divertido (yo creo que lo echábamos de menos). Lo peor es que Mimá+ dice que lo que ocurre es que somos iguales, lo peor aun es que hay más gente que así lo afirma…. Si le contestas y le paras los pies a tiempo, es como si de repente pensara esta tía se hace respetar, mola!! Es un tipo un tanto extraño, y cuando quiere genial, lo que ocurre es que quiere en pocas ocasiones.
Este fin de semana he vuelto a recuperar algo de tiempo, y se me descubre como un recurso.
Ahora intento volver a hacerme un hueco en la vida normal. Estaba tan centrada en una sola cosa que se me han ido acumulando otras. Y no paro. De modo que, como en un círculo vicioso, cuando vuelvo a recuperar algo de tiempo se me escapa entre los dedos de las manos sin yo darme ni cuenta, en el intento de recuperar ese tiempo perdido anteriormente al intentar ponerme al día de las cosas que dejé por hacer… en fin, ya estoy de vuelta. O al menos eso creo yo por el momento.
<< Home