domingo, mayo 21, 2006

Hoy me ha dado por despertarme a las 9 de la mañana, de modo que he dormido como mucho unas 4 horitas seguidas. Quien me entienda que me lo explique. Anoche estuve en el sonopalma, con muy buenas intenciones pero muchas más fisuras. Hacía ya un tiempo que no veía a Juanmi, desde el concierto del bourbon rock, con Vanessa hablo más y estoy más al día, más bien se lo pasa genial riéndose de mis historias…. También estaba por allí Joan, y también Carlos (con el que apenas crucé saludo). Llegué cuando Trash out estaba en el escenario, así que por lo que vi tampoco me extrañó que ganaran Men, aunque no vi ni la mitad de grupos, (me dijeron que Petit, que quedó 2º, hubieran merecido ganar). Jesús Ordovás me pareció muy amable, y también muy correcto, (demasiado incluso), me sorprendió lo accesible que estuvo en todo momento. Al final le llegó el turno a Siniestro Total, en su enésima visita a la isla. Estuvieron como siempre sarcásticos, divertidos y ocurrentes (el Minha terra galega me sonó mejor que nunca, supongo que será solo una cuestión de morriña….). Después de eso nos fuimos al Cultura, donde coincidí de nuevo con Joan, en esta ocasión estuvimos hablando un rato largo. Pero la sorpresa más grata de la noche fue Iván, sin duda. Resulta que está en una conselleria como abogado del medio ambiente (hay que decir que desde que estudiaba ya me hablaba de que quería hacer algo relacionado con eso, de modo que bien por él). Le vi algo más rechoncho, de modo que cuando le pregunté si seguía patinando y me dijo que ya no, no me extrañó nada, ya que a mi también me pasó (él con el skate, yo era más de roller). Cuando patinas de modo muy constante no te das ni cuenta del ejercicio que haces, pero el cuerpo te lo advierte al poco de dejarlo. Una pena lo de Iván, se le daba bien (en mi caso no se me daba mal por pura inconsciencia, ahora mismo ni la mitad de la mitad de lo de entonces). Como quien no quiere la cosa Mon volvió a dar señales de vida. Mon es un chico muy guapo, muy simpático, muy listo y muy de todo, pero que me ganó un día que me trajo la merienda (soy así de imbécil, a mi lo que me pierden son los detalles sin venir a cuento). Curioso que aun tenga mi teléfono cuando yo hace tiempo que borré el suyo...

No me queda del todo claro si es que hemos congeniado, o es un tío genial o es pura educación y amabilidad. La verdad es que no puede haberme causado mejor impresión. Tiene sus momentos pretenciosos, pero en él me hacen gracia, al contrario de lo que me ocurre habitualmente. La voz, los ojos y la actitud es lo que cuenta.
En un principio no me apetecía mucho, supongo que resultaba mucho más sencillo ser pero no estar, y mientras tanto ir pasando. Al final resulta que no estuvo tan mal, mejor que bien. Aunque no tengo muy claro muchas cosas, y sigo pensando en ello, lo cual ya es significativo. Y me sorprendo con ello.