domingo, marzo 18, 2007

Bailad malditos

Es el turno de bailar sin parar. O esa parecía ser la intención de Delorean, y lo consiguieron. Convencieron desde el momento en el que salieron al escenario por su vitalidad y su apuesta por la diversión desprejuiciada pero sobre todo por su personalidad propia. A los pocos temas se dejaron llevar y empezaron a animarse y a soltarse, sin dejar de sonar conjuntados e intensos. Bailables a más no poder, fiesteros hasta la médula, convencieron a todo el mundo y nos hicieron mover el esqueleto sin descanso. El concierto se convirtió en una fiesta cuando la gente se iba desinhibiendo al ver que tras el pie le seguía la pierna y tras la pierna el resto del cuerpo. Un concierto arrollador, salvaje y lleno de ritmos sugerentes. Intensidad, locura y desenfreno que provocaron el arranque del respetable, el cual no paró de bailar y aplaudir los temas que nos regalaron los guipuzcoanos, logrando una fiesta llena de baile y diversión.
Delorean nos dejaron un buen sabor de boca, como siempre, destacando la tremenda pegada de Igor tras su reducida batería y el buen hacer de Unai con sus maquinitas, con unos fantásticos Ekhi, con una voz particularísima que le da el toque perfecto a las canciones de la banda, y Tomás con su cañero guitarreo pero como siempre en un segundo plano.
El aspecto traslacional de la música es importantísimo, y ellos en directo suenan más que solventes, cañeros y casi perfectos. Logran pasar al directo de un modo bastante competente, y su concierto es para pasarlo bien, quedando claro que su último giro musical sale airoso en directo.
La sala Sonorama gallery club reúne las condiciones idóneas para que un concierto se transforme en un fiestón. De eso no hay duda.