martes, noviembre 03, 2009

Just go back to sleep, go back to your dreams

No me extrañaría mucho que On my way de Tap tap fuera uno de esos discos que un poco como quien no quiere la cosa apareciera en alguna –quizás poca pero alguna- avispada lista de esas de lo mejor del 2009 (que en breve nos invadirán sí o sí) entre nombres tan esperados y hasta unánimes como veckatimest, merriweather post pavilion, etc etc… Yo es que no soy muy de listas, aunque después no me deje ni una sin revisar.

Lazafame fue uno de esos discos que aun sin ser de los imprescindibles de 2006 (o era 2007?) sí fue de los disfrutables. No le dediqué una escucha a este On my way (llamado igual que una de las canciones del anterior) hasta hace bien poquito, cuando decidí dar un paso para salir del cierto aletargamiento personal que me ha invadido, pero una vez puesta en ello me ha atrapado. Simple y agradable pop, nada ostentoso o pretencioso, tan solo eso, pop y además del más habitual, pero a la vez un trabajo encantador que gana con las escuchas. Lanzafame fue un buen comienzo, y este On my way una gran continuación, en la misma línea pero como con más cuerpo o carácter.

Después de iniciarse con la tristemente bella Autumn and tea llega esa oda a la codeína (nuestro opioide de prescripción legal preferido con permiso de la vicodina, claro), una pseudo canción de amor que hará que incluso muchos piensen en esta droga como una persona (si eres tan fan obligado de la codeína como lo soy yo te hará sonreír en más de una ocasión). Pero asimismo, al poco de escucharla me vino a la cabeza que a pesar de lo bonito que pueda resultar lo dicho, también es cierto que la codeína (la de verdad, no tanto los suavizados preparados de codeína con productos combinados de venta y prescripción más habitual de marcas comerciales) tiene un punto inicial amargo y desagradable, bastante -pero una vez ingerida sus efectos analgésicos bien lo valen- y pensé que tanta exaltación podría tener ese juego (ya sabes, aquello de que cómo me jodes pero bien lo vales o algo así). Dirty sky me deja con una sonrisa para cuando llego a la sorpresa de la algo pegadiza El gusano, que me gusta cada vez más a medida que la escucho. Cierto es que Straight to hell se me pasa rápido pero para llegar a la gran Half moon street que es de las que contagian, enganchan y atrapan desde la primera escucha con emocionante simpleza, posiblemente la más destacable. Después de eso Queen of hearts me parece más un trámite y más de lo mismo para llegar a la recta final de canciones que ya se me diluyen y mezclan un poco unas con otras, todas en esa línea de grácil pop atemporal, y es que de esas 4 últimas canciones tan solo start a war solicita mi atención.

Tap tap por lo visto nació en su momento como algo paralelo a la banda principal, pero resulta que Thomas Sanders ya lleva él solito dos discos de calidad destacable mientras que aun esperamos el segundo de Pete and the pirates. Esto de que el proyecto paralelo termine teniendo algo más de interés que el, en teoría, proyecto principal ya me suena de algún otro. La cuestión es que llevo varios días con este disco repitiéndose en mi reproductor y aun no me he cansado.