Yes, I know I'm going to Hell in a leather jacket
Una crítica en vete-tú-a-saber-dónde leída hace vete-tú-a-saber-cuándo comenzaba con un claro Julian Casablancas, el nombre es suficiente, no!? Ante eso mi primera respuesta fue pues claro que no es suficiente, el nombre no me da más garantía, si acaso algo de ventaja inicial tan solo. Pero visto lo visto supongo que tendré que admitir que sí, que el nombre es mucho más de lo que quisiera, ya que si mi opinión es buena es tan solo porque le he dado oportunidades, muchas más de las que le daría a cualquier otro nombre. Y eso, en el fondo, me jode que sea verdad.
Creo que el disco es una contradicción dentro de un conjunto coherente, y así es tal y como yo lo veo, por muy paradójico que resulte. Le ha salido un contrasentido lógico, y una extravagancia congruente. Nunca me he sabido explicar muy bien, pero va por ahí el asunto, creo que este disco me lleva a pensar que las sinrazones a veces se llevan bien. El sonido te lleva al de hace unas décadas, pero asimismo también tiene ese punto algo futurista, algo extraño. Te topas con cosas ridículas pero inmediatamente encuentras momentos geniales en los que piensas que la actitud está ahí, sigue presente, y eso siempre fue lo más importante. Y así con todo. También me parece a mi que se tendría que escuchar este disco bajo el prisma de la mordacidad, creo que se le podría sacar más jugo si así se hiciera ya que creo que esta es parte importante de sus canciones.
Reconozco que estaba más que ansiosa por verle en directo (ahora que se ha mudado a LA -no se si temporalmente o qué, pero por lo visto está encantado en SilverLake- nos ha deleitado con una residencia en el Downtown Palace theater de lo más jugosa durante todo el mes de Noviembre) y supongo que esas ganas de verle me venían con trasfondo de confirmación de algo que no tengo muy claro aun qué es. Ya digo que hoy va todo de contradicciones de lo más razonables. En el teatro una silueta se vislumbra y para cuando te quieres dar cuenta resulta que es él dejando patente quién es el deseado, por si aun no lo tenías claro. Aparece con ese fulgor del que se le ha rodeado a su figura y del que creo que disfruta con cierto desdén. No entraré con detalle en el concierto (para tu alegría), pero sí quería destacar eso, la actitud de este tipo. El conjunto y sus detalles. Su presencia sobre el escenario, la cazadora de cuero, las imágenes y efectos visuales, la puesta en escena en general de la banda que le acompaña, el descanso a pesar de lo corto del repertorio (entre otras, además, nos embaucó con una cover del clásico de Randy Newman, I love LA completamente revisada -quizás para evitar eso del hate NYC? supongo- además de alguna otra de los strokes, claro), el cambio de vestuario, de nuevo él, de blanco por entero, adornos incluidos. Está sobrio, emanando una figura de vuelta de muchas cosas, carácter y personalidad, aunque parece que muy a su pesar. Por momentos humilde, agradecido, en otros tan ajeno al público como arrogante hasta darnos la espalda. Me encontré con muchos Julian Casablancas, más de lo que esperaba.
No fue el mejor concierto del mundo pero sí resultó excepcional, no son las mejores canciones pero las disfruté como si lo fueran, ni resultó el mejor de los sonidos de directo pero eso que más da, ni el precio de entrada más barato y repetiría sin dudarlo, una y otra vez. De nuevo lógicamente contradictorio todo.
No se si al menos tú te aclaras, yo tan solo puedo decir que mi mes de Noviembre ha sido por entero suyo.
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