Ay, la familia...

Empiezo a tener el calendario algo lleno de eventos de cara a finales de año.
En un principio la idea fue ir a España por Mayo, por petición exclusivamente familiar, y además de la visita, hacerlo coincidir con un Primavera Sound. Eso hubiera sido muy divertido y me apetecía, pero finalmente se me echó encima el tiempo y cuestiones de organización de trabajo (junto con algo de dejadez por mi parte, que todo hay que decirlo) impidieron que así vaya a ser. La verdad es que no me importó tanto, más bien fue un pues bueno, pues vale, pues otra vez será.
Hace bien poquito mi hermana me hizo saber que iba a ser tia de nuevo, y que si todo iba bien eso sucedería en diciembre. Vas a venir? me preguntó. Por supuesto que sí, le dije. Y allí estaré. Si a mi hermana le hace ilusión que esté para cuando su niñ@ nazca ahí estaré sin pensarlo.
Esta misma semana, mi hermano mayor me ha comunicado que se casaba y que tal magno acontecimiento tendría lugar a finales de septiembre. Vas a venir? me preguntó. Claro que sí... y ahí me paré rápidamente porque lo que realmente pensé -pero finalmente no le dije- fue algo así como claro que sí, allí estaré, qué te has pensado, cuántas veces se casa un hermano? eeehhhhh... a parte de la primera, claro... (supongo que con el tiempo una aprende a no ser tan bocazas como acostumbra). Mi hermano Pedro va de duro, pero en el fondo es un hombre de familia que no pierde la esperanza de encontrar a alguien con quien poder formar una en el sentido más tradicional y estable posible. Me alegro por él, al menos lo intenta y eso le honra.
Tengo también marcado en el calendario algún tiempo de Noviembre en San Diego, por trabajo. De modo que si a alguien se le ocurre alguna idea interesante, me queda tiempo en Octubre...