miércoles, septiembre 08, 2010

end-of-summer melancholy

Pues eso, que se empieza a vislumbrar el final, esto toca a su fin, una vez más, y a esperar que llegue el siguiente. Mientras tanto a seguir disfrutando de lo poco que nos resta.

Puede que Memphis no tenga mar ni olas que surfear en playas interminables, pero en el fondo eso no es lo más importante para salir al mundo disfrazados de unos beach boys de bolsillo y, con ello, alegrarnos un poco cuando arrastramos el cuerpo y el alma hacia la rutina tediosa que nos invade los días. Y de paso intentar poner una sonrisa.

Lo dicho, como el verano en si mismo, simple y juguetón.