Fuck you, o por qué a veces no todo es una puta mierda
Mi vida se ha convertido en un galimatías.
He tenido una semana horrible, pero no entraré en detalles de la cantidad de horas que he trabajado, ni de la cantidad de curro que tengo por hacer, ni de mi incapacidad para desconectar, ni del amor/odio que me suscita el susodicho, ni del estrés que obviamente todo ello conlleva. No me apetece, que aunque sea raro últimamente, este finde me lo tomo por entero libre.
Lo que si comentaré es que a pesar de todo el agobio he podido disfrutar de lo último de Wilco, Sky blue sky. Y menos mal que estaba ahí para enajenarme algo la semana. Responsables de algunas baladas admirables, esta vez nos brindan un sonido más familiar de gentileza poética y musical, con una lírica compuesta en momentos de lucidez.
También he podido escuchar We Were Dead Before The Ship Even Sank de Modest Mouse, del que puedo decir que es más de lo que esperaba, de buena madera y avispadas canciones.
Igualmente me ha acompañado Grinderman, que vendría a ser la versión reducida, pero no por esto de menor calidad, de los Nick Cave and the Bad Seeds. Rudos y licenciosos como ellos solos han llenado mis momentos de guitarras dulcemente envenenadas con furia, sumándole percusiones que retumban con el propósito de que comience la fiesta, amor y rabia, pero rabia perversa y perturbadora, profundísimas angustias que resultan sedantes. Sonido básico y crudo, blues, jazz y si se quiere punk.
Y a mi hoy tan solo me apetece dormir…
He tenido una semana horrible, pero no entraré en detalles de la cantidad de horas que he trabajado, ni de la cantidad de curro que tengo por hacer, ni de mi incapacidad para desconectar, ni del amor/odio que me suscita el susodicho, ni del estrés que obviamente todo ello conlleva. No me apetece, que aunque sea raro últimamente, este finde me lo tomo por entero libre.
Lo que si comentaré es que a pesar de todo el agobio he podido disfrutar de lo último de Wilco, Sky blue sky. Y menos mal que estaba ahí para enajenarme algo la semana. Responsables de algunas baladas admirables, esta vez nos brindan un sonido más familiar de gentileza poética y musical, con una lírica compuesta en momentos de lucidez.
También he podido escuchar We Were Dead Before The Ship Even Sank de Modest Mouse, del que puedo decir que es más de lo que esperaba, de buena madera y avispadas canciones.
Igualmente me ha acompañado Grinderman, que vendría a ser la versión reducida, pero no por esto de menor calidad, de los Nick Cave and the Bad Seeds. Rudos y licenciosos como ellos solos han llenado mis momentos de guitarras dulcemente envenenadas con furia, sumándole percusiones que retumban con el propósito de que comience la fiesta, amor y rabia, pero rabia perversa y perturbadora, profundísimas angustias que resultan sedantes. Sonido básico y crudo, blues, jazz y si se quiere punk.
Y a mi hoy tan solo me apetece dormir…
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