viernes, mayo 15, 2009

Support your local? scene

Con motivo de la presentación mañana del libro que ha escrito sobre Tom Waits, el periodista musical Barney Hoskyns visita LA y por aquello de la promoción he leído una entrevista suya en no se que periódico que he encontrado abandonado en la cafetería. En ella el británico, a parte de su libro y otras cosas, habla de su relación con la escena musical de LA, ciudad en la que vivió mucho tiempo, y de toda una serie de cosas a las que (como siempre) yo podría añadir algún que otro pero. Comenta que en la ciudad angelina la escena local sería más bien como una muestra representativa de lo que sucede en otras partes, en el sentido de que no tiene una escena propia y característica ya que es por aquí por donde pasa casi toda banda que quiere hacer algo. Es una escena local, mucho más profesionalizada si quieres, que se nutre de bandas noveles que se mudan al sur de California desde cualquier parte con la idea de hacer ruta y, a poder ser, pillar contrato claro. Una escena muy activa, muy movida y muy poco local en el sentido estricto de la palabra, supongo que es lo que pasa en un lugar en el que se mueve gran parte de la industria y en el que existe una cultura musical tremenda. También comenta que la idea de las escenas le parece casi desaparecida y que con el tiempo esa falta de escena local ya no se da solo en LA, sino que esto de las escenas locales menos locales ocurre cada vez más, al vivir como lo hacemos en un interconectado mundo digital en el que de donde eres es lo menos relevante y en el que las influencias no se ciñen sólo a lo de tu entorno más inmediato, y por tanto es hasta obvio en parte eso de la cierta uniformidad de sonido. A todos nos llegan las mismas referencias al mismo tiempo y podemos acceder a música que se hace en la otra parte del mundo sin mucha dificultad. Quizás local pase a significar más un rango de acción más limitado y estrecho, con menos capacidad de maniobra, que hacer las cosas de un modo concreto e influenciado por tu entorno más inmediato. Comenta que desde que él llegó a California hace unos 30 años ha visto como aquella idea de escena local parece casi desaparecida por completo en LA para convertirse en lo que él llamaba a sort of a microcosm for what’s happened everywhere, y lo hace extensible en los últimos años a otros lugares. Hubo un momento, continúa diciendo Hoskyns en la entrevista, en el que la identidad musical coexistía con el ambiente, pero actualmente hay un nivel muy alto de homogeneidad. Tras la crítica sobre la personalidad musical el entrevistador le pregunta si cree que es una cuestión de falta de originalidad o es culpa de la atomización provocada por internet, a lo que el entrevistado (que ambos son periodistas) contesta que tampoco pretende hacer un juicio a las bandas, que es tan solo que el de donde seas ya no es relevante o determinante para que tu sonido se defina de un modo u otro. Habla sobre una cuestión de valor de choque, lo que él llama el shock value o también counter-cultural impact, y que el golpe emocional que pueda producir la música ya no es lo que era o lo que fue. También dice que no hay modo de que aparezcan bandas como Led Zeppelin o los Sex Pistols, bandas capaces de alcanzar ese nivel de impacto. I’m not being nostalgic, it’s just how it is. We’re coming to the end of an era, if we aren’t already there continúa para rematar diciendo que Cobain fue la última gran estrella del rock y que Radiohead es la última gran banda que va a significar algo. Termina con eso matizando que tampoco quiere decir que no haya buena música, que cree que hay voluntad, pero que el consumo es diferente y se juega en una dimensión también diferente. Bueno, pues eso entre otras cosas y su libro sobre Tom Waits es lo que he leído hoy durante mi almuerzo y lo que me ha rondado por la cabeza después.