sábado, octubre 09, 2010

someone please cut the lights

A ver cómo explico lo siguiente sin que se me malinterprete o peque de algo que no quisiera. Perdona de antemano el rollo, pero mi sabida incapacidad para expresarme mejor hace que no me quede otro remedio o que no haya encontrado otro modo mejor hoy.

Te comento primero que, en farmacología, se conoce como desensibilización de receptores al proceso caracterizado por la pérdida de respuesta celular ante la acción de un ligando endógeno o exógeno. Es una respuesta homeostática de protección celular a una estimulación excesiva, ya sea crónica o aguda.

Unas consecuencias importantes de este proceso adaptativo es que daría lugar a una afinidad alterada para el ligando y el hecho de que cada vez se necesiten dosis más altas del ligando para tener el mismo efecto deseado.

El comentar que los perfiles de actuación cambian por desensibilización y en respuesta a cambios adaptativos del receptor/post-receptor, me ayudará a hacerme entender mejor lo que me ocurrió en el concierto de Arcade Fire, anoche, en su segundo show en el Shrine Auditorium de LA.


Fui el concierto bien, con ánimos y ganas, pero terminé desensibilizada por completo, y así te cuento hoy sobre ello, del modo más honesto posible. Ellos evocan a la épica y eso está bien, es divertido apelar a lo grandioso aunque termine en grandilocuencia. No consiguieron emocionarme o alterarme con todo ello. Lo pasé bien, disfruté pero no conecté tanto como hubiera deseado y, si así lo hice (aunque no a los niveles que una espera en un concierto de AF) fue aludiendo, como digo, a la épica y derroche de energía que destilan en cada canción. Por paradójico que suene, el concierto de AF no me resultó uno de esos conciertos que blow your mind y no te los puedes quitar de la cabeza aun habiendo pasado varias horas. No es de esos que provoquen ese rush interminable en el cuerpo. Es épico, sí, pero también lo buscan con ahínco, no porque surja de un modo natural.



Para la anécdota personal lo molón de encontrar este video, en el que se nos ve de refilón cuando Butler baja del escenario para su forzado y nada natural paseo entre la gente de arriba. Búscame por un segundo poco antes del 1.40. (Es lo que tiene haber comprado las entradas en presale, cuarta fila!).


Pensaba ahora, que quizás es que como la noche del jueves sufrieron contratiempos y errores varios, más de los deseados, pues la noche del viernes tan solo intentaban estar centrados para que la cosa saliera bien. Si por lo visto en la noche anterior la fuerza de su actuación consiguió maquillar sus defectos, en la segunda noche la búsqueda excesiva de cierta perfección y cuidado en el sonido les frenó algo en cuanto a la pasión que, al menos a mi, consiguieron transmitir. Yo lo sentí así. Quizás tan solo estaba desensibilizada.



Me pareció algo paradójico llevarme esa imagen de AF cuando ellos se encargan de sermonearnos sobre nuestra humanidad en un mundo cruel que la quiere dar por obsoleta. Mientras que ayer, por momentos los aprecié más automatizados que humanizados ejecutando su obra.

Reconozco que la sofistificación de esas composiciones reclama mucha atención pero el exceso de atención de la banda, que por mucho que se empeñen en saltar y moverse y bailar, están más pendientes de que todo salga perfecto que en dejarse llevar por ellas, provocó en mi cierta duda.


No te dan respiro entre canciones, eso seguro, de una te pasan a otra como queriendo mantenerte ahí arriba, donde se supone que te había dejado la canción anterior. Pero para mi gusto se les ve demasiado el plumero. Es todo como muy obvio. Creo que este grupo si peca de algo es de querer trascender siempre, y a veces en exceso. Y ese exceso de intencionalidad es lo que a mi me frena ante ellos. Quizás me esperaba algo realmente excitante, complejo, cautivador, y lo que lograron en mi fue desensibilizarme por completo.


Para la anécdota, Butler mencionó que tenía que felicitar al Barcelona por haber vencido a los NBA world champion LA Lakers. Aquí no se si me pierdo en algo o es tan solo un guiño deportivo-local con intenciones graciosas.No he encontrado videos de ese momento de anoche, pero sí del viernes y por lo visto soltó lo mismo. Justo al principio del video puedes escucharle eso de I know it’s a meaningless preseason game, but I have to give congratulations to Barcelona for beating the world champion L.A. Lakers.



En general lo pasé bien, me encantó ver a una gran banda con grandes canciones en directo. Un buen plan para un viernes, pero repito que después de eso, pues vale pues muy bien y a otra cosa. No se convirtió en el evento que fagocitara el resto de la noche, no llegó a capturar por completo la atención, tan solo un (muy) buen primer capítulo. Hay otros conciertos en los que aun después son protagonistas de la noche, no fue el caso. Una pena. Como te decía al principio, no es que no me gustara, o que la banda no lo hiciera bien, simplemente lo que consiguieron fue desensibilizarme y, por tanto, el efecto no fue el esperado.

Tienen grandísimas canciones. Esta gente firma unas cuantas de las canciones más destacables de los últimos años. Pero, aun siendo bueno, no es el mejor ni el más impresionante ni más épico ni más memorable de los conciertos que yo he visto en mi vida. A veces estas cosas simplemente pasan.

Llenar el Shrine Auditorium hasta arriba de creyentes fieles a tu causa dos días seguidos debe ser una imagen impresionante. Ante ti toda esa gente coreando tus canciones. Al terminar el concierto pensaba qué grande se debe uno sentir al provocar esa reacción en tantísima gente, y en saberse hacerles feliz con tu música.