sábado, marzo 31, 2007

Tanto como eso tampoco

El bueno de xoel lopez tiene nuevo disco. Al parecer ha escogido las canciones entre unas 40. Y yo me pregunto… ¿de verdad no tenía nada mejor? ¿era esto lo más sobresaliente de las 40? Pues vaya…
Siempre me ha gustado mucho Deluxe, y ya terminé de enamorarme tras sus directos, rotundos, tremendos y una auténtica exhibición de vozarrón y saber hacer sobre un escenario, que es donde Xoel se muestra pletórico. Ya en el anterior disco necesité un par de escuchas (un par mallorquín) para poder asimilarlo. En este último no le doy tantas concesiones. Quizás lo mejor que puedo decir tras escucharlo es que me gusta su portada. Cuando escuché el single pensé qué necesidad tenía de hacer algo así. La canción que luego abriría el disco es una canción cómoda pero escasa, con un comienzo bastante flojo que, aunque mejora algo a medida que avanza la canción, no termina de convencer. Y así seguirían después el resto de canciones del disco, pop rítmico y sencillo con una base de arreglos quizás demasiado barroca. La única canción que destacaría es No es mi primera vez, pop fácil, sin muchos aderezos y una letra para dejar las cosas claras. Pero en general el disco resulta monótono, incluso llega a ser un poco pesado escuchar 12 canciones prácticamente calcadas.
Cantar en castellano transforma sus canciones en fáciles melodías tarareables, y por tanto, populistas, tal y como ocurrió con el anterior disco y, por supuesto ocurrirá con este. Y además el cambio de idioma ha coincidido con un bajón tremendo en la calidad de sus composiciones.
En definitiva, el disco me ha parecido mediocre en comparación con sus anteriores trabajos. No hay mucho más que decir. Una pena. Aun y todo esperaremos al directo porque eso sí, sus directos son espectaculares.

sábado, marzo 24, 2007

Fuck you, o por qué a veces no todo es una puta mierda

Mi vida se ha convertido en un galimatías.
He tenido una semana horrible, pero no entraré en detalles de la cantidad de horas que he trabajado, ni de la cantidad de curro que tengo por hacer, ni de mi incapacidad para desconectar, ni del amor/odio que me suscita el susodicho, ni del estrés que obviamente todo ello conlleva. No me apetece, que aunque sea raro últimamente, este finde me lo tomo por entero libre.
Lo que si comentaré es que a pesar de todo el agobio he podido disfrutar de lo último de Wilco, Sky blue sky. Y menos mal que estaba ahí para enajenarme algo la semana. Responsables de algunas baladas admirables, esta vez nos brindan un sonido más familiar de gentileza poética y musical, con una lírica compuesta en momentos de lucidez.
También he podido escuchar We Were Dead Before The Ship Even Sank de Modest Mouse, del que puedo decir que es más de lo que esperaba, de buena madera y avispadas canciones.
Igualmente me ha acompañado Grinderman, que vendría a ser la versión reducida, pero no por esto de menor calidad, de los Nick Cave and the Bad Seeds. Rudos y licenciosos como ellos solos han llenado mis momentos de guitarras dulcemente envenenadas con furia, sumándole percusiones que retumban con el propósito de que comience la fiesta, amor y rabia, pero rabia perversa y perturbadora, profundísimas angustias que resultan sedantes. Sonido básico y crudo, blues, jazz y si se quiere punk.
Y a mi hoy tan solo me apetece dormir…

domingo, marzo 18, 2007

Bailad malditos

Es el turno de bailar sin parar. O esa parecía ser la intención de Delorean, y lo consiguieron. Convencieron desde el momento en el que salieron al escenario por su vitalidad y su apuesta por la diversión desprejuiciada pero sobre todo por su personalidad propia. A los pocos temas se dejaron llevar y empezaron a animarse y a soltarse, sin dejar de sonar conjuntados e intensos. Bailables a más no poder, fiesteros hasta la médula, convencieron a todo el mundo y nos hicieron mover el esqueleto sin descanso. El concierto se convirtió en una fiesta cuando la gente se iba desinhibiendo al ver que tras el pie le seguía la pierna y tras la pierna el resto del cuerpo. Un concierto arrollador, salvaje y lleno de ritmos sugerentes. Intensidad, locura y desenfreno que provocaron el arranque del respetable, el cual no paró de bailar y aplaudir los temas que nos regalaron los guipuzcoanos, logrando una fiesta llena de baile y diversión.
Delorean nos dejaron un buen sabor de boca, como siempre, destacando la tremenda pegada de Igor tras su reducida batería y el buen hacer de Unai con sus maquinitas, con unos fantásticos Ekhi, con una voz particularísima que le da el toque perfecto a las canciones de la banda, y Tomás con su cañero guitarreo pero como siempre en un segundo plano.
El aspecto traslacional de la música es importantísimo, y ellos en directo suenan más que solventes, cañeros y casi perfectos. Logran pasar al directo de un modo bastante competente, y su concierto es para pasarlo bien, quedando claro que su último giro musical sale airoso en directo.
La sala Sonorama gallery club reúne las condiciones idóneas para que un concierto se transforme en un fiestón. De eso no hay duda.

domingo, marzo 11, 2007

Inflamable

Al igual que me ocurre a mi, Damon Albarn debe aburrirse al poco de las cosas, o al menos así me lo parece. Es un culo inquieto, y como tal va dejando atrás proyectos en los que lo ha dado todo para inmiscuirse en otros nuevos con el mismo ímpetu inicial…
Y así ha llegado The good, the bad and the queen.
Con un sonido menos asequible y una portada que remite al gran incendio de Londres en 1666 y alude al “london’s burning” de The Clash.
Damon Albarn ha pasado de lo amable y frívolo del brit-pop hacia una música menos tangible de ambientes brumosos y de innegable desazón.

jueves, marzo 08, 2007

Un vuelo de lujo...

El otro día me enamoré perdidamente en un avión con Rockdelux de por medio…
Leo Rockdelux desde hace bastante tiempo, pero ha sido en estos últimos años cuando la he convertido en compañera de viaje. Por poner un ejemplo, el año pasado más de la mitad de las veces me la pillé en un aeropuerto, y cosas como esa hacen que ya la asocie a aeropuerto, maleta y esperas. Y esta vez no iba a ser menos.
Coincidimos entrando en el avión, y la conversación fue insustancial. Qué tal Cannes? Has pillado buen tiempo? Cuanto tiempo llevas de escala? Cosas así de banales… pero para entonces ya me pareció más que interesante (me moló, por qué no decirlo!). Ya dentro reparo con mucho gusto que estamos juntos en la fila 5 (qué pena que el vuelo sea tan corto…) y me decanté por retomar la lectura de la revista. Al poco comenzamos una conversación sobre temas más políticos, que por otra parte es algo de lo que no me gusta mucho hablar, así que aunque escuchaba atentamente tampoco alimentaba demasiado el asunto. Y como no podía ser de otro modo el tema fue escaseando hasta casi desaparecer cuando él, muy acertadamente, me pidió la Rockdelux para echarle un vistazo, cosa que no pudo hacer porque nos enfrascamos en una conversación de lo más interesante sobre música. Nos faltaba tiempo, ya aterrizábamos.
Y me enamoré perdidamente…
Probablemente me dure tan solo unos días, pero me enamoré.
Soy muy antojadiza. Y mis enamoramientos duran lo que un suspiro. Pero qué culpa tendré yo de que no terminen siendo amor verdadero o que se basen en tonterías o insustancialidades.

miércoles, marzo 07, 2007

El más atractivo

Ni de la excepcional Ciudadano Kane, ni de La Dama de Shangai, ni de Mcbeth, Othello (que ganó el Gran Premio del Festival de Cannes en 1952 y de ahí que me haya acordado de él después de que fuera el centro de una apasionada conversación sobre la belleza durante un paseo en la localidad francesa estos días), Campanadas a medianoche, El largo y cálido verano, El tercer hombre o La guerra de los mundos… (al cabo de los años ironizaría con la repercusión y el caos montados por esa difusión radiofónica, afirmando que por lo que hizo a otro le hubieran llevado a la cárcel y, sin embargo, a él le llevaron a Hollywood). Nada de todo esto.

No hablaré de su filmografía, que ya habla por si misma, solo de él y poco.

Orson Welles.

Quizás no sea el hombre más guapo del mundo, ni falta que le hizo, pero si de los más interesantes a mi modo de ver, con esa mirada que lo era todo. Uno de los hombres más atractivos, con unos ojos llenos de fuerza y pasión.


Auténtico genio mediático, de personalidad arrodallora, como tocado siempre por una especie de varita mágica. Polifacético, sensible, polémico y poliédrico.
Y aunque al final se descuidó demasiado, seguía magnetizando con su mirada.
Sus cenizas, por cierto, están enterradas en Ronda, y es que el bueno de Welles era un apasionado de España.