martes, septiembre 30, 2008

Give me a reason to carry on

A veces mis noches son más largas que mis días. Siempre he sido de naturaleza nocturna, de eso no hay duda, pero a veces la noche se me impone de una manera tan perversa que no soy capaz de hacer nada del derecho. Cada noche es singular. Doy vueltas y más vueltas como si eso sirviera de algo para caer en sus brazos, otras veces me dedico a escuchar música tranquila que me ayude a conciliar el sueño, otras me pego una ducha como si de ese modo pudiera quitarme de encima la losa del insomnio, o asumo el tiempo y el silencio impuesto por siglos de adaptación circadiana pasando las horas con un libro o me drogo aclamando a hipnos o pienso sandeces creando historias que inmolan la realidad, o directamente me enzarzo en una auténtica batalla por calmar mis neuronas que van al ritmo propio del durmiente pero sin que GABA haya hecho su papel en esta puta farsa que son mis noches. Cualquier cosa para lograr su atención. En otras ocasiones me lo tomo algo mejor, relativizo la situación cuando logro ser consciente de que aun puedo funcionar aunque sea tan solo tras un par de horas de un recatado y honroso sueño apresurado. Y algo así fue la ofensiva de ayer, una noche en la que, para mi evasión, coincidieron dos conciertos en televisión, Antònia Font en canal 33 y Sam Roberts en los conciertos de Radio3, en la 2. Hace poco estuvieron los canadienses en Mallorca y me los perdí por un siempre inoportuno viaje de trabajo. Lo que más me llamó la atención fue ver lo poco favorecido que sale el tal Sam Roberts en las fotos que yo había visto. Ya sabía por una entrevista suya en la radio que el castellano se le da bastante bien así como que tiene pinta de simpático (que es de lo más importante) pero entre eso, que su música me gusta y lo guapo que es me dio mucha más rabia haberme perdido el concierto de la semana pasada.









viernes, septiembre 26, 2008

Doomed

Normalmente me veo acostumbrada a lidiar con el levantamiento anarquista que se produce en mi cabeza de tanto en tanto. Pero en esta ocasión es diferente, es más bien una revolución. Y no lo digo porque (tal y como ocurre cuando mis anarquistas preferidos salen de su guarida) tenga el dolor de cabeza de siempre (las cervezas de anoche no llegaron a merecer tales consecuencias) sino porque lo que me ocurre es sintomático de otra cosa. El que mis neuronas funcionen tan solo cuando les va en gana ya lo sabíamos, pero es que en esta ocasión es una sublevación en toda regla. Directamente, no coordino. No soy capaz de hilvanar una frase con otra dentro de cierta lógica. Ni siquiera puedo dar dos pasos sin tropezar. No le pillo la gracia a OH de Lambchop, me cansa desde la primera hasta la última canción, Glasvegas me deja fría, Adorata de los gutter twins me ha gustado mucho, Los Campesinos! es más de lo mismo aunque bien es cierto que si esto mismo está ya lo suficientemente bien no se por qué estoy pidiendo más, one day as a lion le gustó a mi sobrino Luis y del Stand Ins de Okkervil River me preguntó si no lo habíamos escuchado antes, a lo que yo el contesté que bien podría haber sido así, a Herman Dune no le he hecho ni puto caso, ayer sonó durante horas The week that was pero no me impactó tanto como para prestarle la suficiente atención, ahora estoy con Portastatic… Después de todo no me creo tanta indiferencia, no somos tan buenos actores. Creo que algo no anda muy bien en mi.

miércoles, septiembre 24, 2008

The lazy way, and oxidation is the compromise you own. I’m gonna shake you

Es inevitable que en muchas ocasiones relacionemos cierta música con ciertas personas. Es normal que la música que escuchemos se convierta en la banda sonora de nuestra propia vida y de este modo nos acompañe también en los recuerdos. Y, en este caso concreto, para mi Return to the Cookie Mountain me recuerda tanto a cierta persona, a la que a pesar de todo y del tiempo le tengo mucho cariño, que cada vez que surge TV on the Radio es inevitable que asome su recuerdo en algún rincón de mi cerebro. Todo esto para intentar explicar de modo alguno por qué pillé con ganas, por una parte, y con cierto recelo, por otra, el tercer disco de los de Brooklyn. No tengo que explicar las ganas, siempre es un placer escuchar un grupo como TVOTR, pero lo del miedo no viene por el recuerdo en si, sino más bien por no alterar el recuerdo o algo parecido. Me explico. Si el nuevo disco se mantiene al nivel del anterior, aun incluso cuando el recuerdo es relativamente reciente, seguirá siendo un placer que mi cerebro automatice esa relación de ideas, cosa que suele ser más bien cuando escucho al grupo en cuestión surge la persona y no al revés ya que de este último modo (primero su nombre después música) se montaría un auténtico festival en mi cabeza. Y no siempre es plan. Por esta misma regla de tres, cierto es que mucha música me recuerda a él. Pero ese es otro problema que tengo y que debería solucionar en algún momento que ahora mismo veo algo lejano. Toda esto viene a cuento de que en estos últimos días he tenido tiempo más que suficiente para darle cancha al Dear Science y, con todo, mis peores y mejores temores se han confirmado. Por una parte su música me sigue recordando a él, y por otra el disco mantiene bien el nivel del grupo. Del mismo modo que digo esto también diré que su primera o incluso segunda escucha no me resultó triunfal, de esas que te ganan al instante, pero es que con estas cosas se va tan condicionada que una nunca sabe si es por el propio disco o por las expectativas creadas. A lo largo de varias escuchas el disco resulta tan consistente, creíble, funky, divertido, bailable y oscuro como podríamos esperar para que las expectativas se vean saciadas, pero también menos oscuro quizás y más accesible también. La producción sigue siendo densa, pero si antes era una densidad consistente en la que (a pesar de lo tupida, viscosa o pegajosa que por momentos pudiera resultar) me sentía cómoda y arropada, en este disco esa sensación es más esponjosa y fluida, como ligera pero sin resultar tampoco superficial. Digamos que lo es pero algo menos. A mi me da la sensación de que han abierto un poco más la mano pero como un paso más que un intento aperturista o comercial. Si es cierto que en esta ocasión se presentan más apaciguados, pero no creo que se hayan dejado amaestrar tan fácilmente.

domingo, septiembre 21, 2008

Lost in Bilbo

El cansancio acumulado de los últimos días me impide entrar en los detalles. El que probablemente será mi último congreso de la SEF ha resultado ser, pese a mis pocas ganas iniciales, un gran momento a modo de despedida a lo grande. Todo estaba muy bien organizado pero lo del viernes por la tarde me impidió disfrutarlo debidamente, eso sí una vez que bajé del estrado salió el sol en todos los sentidos, en el metafórico y en el más literal. El mítico Jesús Flórez no se pierde ni una y a mi me salió la chulería. La noche del viernes fue tremenda. Sergio aka yo es que soy así y Naiara nos hicieron de grandes anfitriones de la noche Bilbaína. Lo mejor del día siguiente fue la cara que me pusieron en recepción cuando pedí un ibuprofeno y la de mi jefe directamente al verme el careto tras un par de horas de sueño. Lo peor la cancelación del vuelo tras 4 o 5 horas de completa desinformación. El momento surrealista cuando veíamos que sacaban nuestras maletas del avión mientras seguían sin decirnos nada. Por lo visto el señor Air Berlín no tiene recursos en Bilbao y se tiene que traer a sus mecánicos desde Alemania, lo que provocó que casi me perdiera el bautizo de mi sobrino Yago ya que hasta bien entrada la mañana de hoy no hemos podido volar. El mejor momento de todos cuando, mientras estoy con mi jefe en la cola de facturación, veo entrar a Teenage Fanclub y ponerse justo detrás (yes, I'm the last one). Entre mi jefe y mi escasa vocación de groupie histérica, decido no decirles nada (siempre fui una chica discreta) pero me fijo bien en el equipo que trasladan. Un gran comentario el de mi jefe, “anda mira si son una banda de músicos, pero no parecen un grupo de cámara, verdad?!” Qué decir a eso, tan solo sonreír y contestar con un simple “cierto, no lo parecen”. Con todo puedo indicar, como espectadora de primera fila, que el careto del grupo a medida que iban pasando las horas era un poema y el patente agobio final ante la imposibilidad de volar a Mallorca. Hoy me han despertado a las 6 de la mañana, nos han soltado de nuevo en el aeropuerto para volver a esperar un par de horas más hasta que finalmente nos han dejado volar. Por ello he llegado tarde al bautizo de mi sobrino al que he tenido que ir directamente desde el aeropuerto y tal y como iba, es decir, en vaqueros. La idea era ponerme un vestido muy bonito y así ir algo acorde. Ahora en las fotos de hoy todos salen monísimos y yo en vaqueros, pero eso sí con una gran sonrisa. Al final y como siempre suele pasar en estas ocasiones quedamos los mejores avenidos caña tras caña, risa tras risa. No he llegado a casa hasta casi las 22h tras cinco días tan intensos y cansados como divertidos.

miércoles, septiembre 17, 2008

Fake Sufjan

Ahora que estoy intentando ordenar un poco lo que tengo y lo que no, ha vuelto a surgir el siguiente disco, o mejor dicho el no-disco ya que cuando llegó a mi ya lo hizo como fake. Hace cosa de un año que me llegó la copia de un álbum con altas aspiraciones. Por lo visto, la primavera anterior se había filtrado un supuesto álbum de Sufjan Stevens llamado It’s not so cold in Texas y todo parecía apuntar a que sería el siguiente disco del llamado the fifty states project. Y digo que todo parecía indicar que así era por varias razones. Hacía ya varios años del último de sus discos dedicados a un estado (Come on feel the Illinoise! 2005) en su intento de sacar un álbum por cada uno de los estados yankies (y como no se ponga las pilas pronto, a este ritmo no le dará tiempo a sacar los 48 restantes). También debido a que el nombre del disco y el de las canciones bien podrían haber salido de la cabeza del bueno de Sufjan (me encanta este nombre…) con títulos tan largos y característicos como el del propio disco o por ejemplo el de la canción Waco! The alarms have sounded (8 minutos insufribles y eternos, por cierto). Pero lo que está claro es que nada más escuchar la primera canción, tardas segundo cero en darte cuenta de que esa voz no es la de quien se supone que es. Entonces, quién es? Quién es el colgado que ha escrito 7 canciones y las ha filtrado haciéndose pasar por Sufjan Stevens? Qué pensará el propio Sufjan Stevens de esto? Sea quien sea consiguió tener a mucha gente pendiente de su música. Quizás si después de todo el fake las canciones estuvieran bien pues aun hubiera tenido su gracia, pero es que yo personalmente no se por donde cogerlas.

A continuación unas canciones del verdadero Sufjan Stevens que son una auténtica delicia...











martes, septiembre 16, 2008

Canción popular melodramática

No te aguanto, no te quiero, ya lo he dicho, y si me muero tengo escrito un testamento nada te dejo. El sol siempre se pone cada vez que tu apareces por las tardes.
Me molestas, no te aguanto. Empiezas a hablar y todo mi plan se viene abajo.
Que conversación más triste, no te callas ni te largas, válgame Dios! no somos nada. El fondo es lo que digo y lo que digo nunca sirve para nada.
Lo peor te lo deseo. Cuando llegas no te espero, te abro la puerta, no tengo reflejos. Me pides un momento e invades mi salón con tus lamentos…
Se encienden las estrellas cuando tú te vas.

Esta es la letra de una canción que me ha acompañado en el momento cómico y, por qué no decirlo, también algo vergonzante del día. La canción es de un grupo llamado Espanto, que aunque por momentos me suena un tanto naif me están gustando.
Tienen otra canción que comienza diciendo:

Amor, no quiero asustarte, hay una tía metida en la cama que no soy yo.
Amor, qué disparate!

lunes, septiembre 15, 2008

as I see you

Estos días estoy como algo autómata preparando lo de Bilbao haciéndome acompañar por el Dear Science de TV on the radio (disco que daría para un post propio) y el EP de los Avett Brothers, The Second Gleam, que sinceramente no tengo ni idea de cuando salió pero que yo hoy he escuchado por primera vez. De este grupo me quedé totalmente enamorada de su último disco, Emotionalism (2007) cuando curiosamente el anterior (Four thieves gone, 2006) había sido relegado a un segundo plano nada más caer en mis manos, pero fue tal el impacto de Emotionalism que en seguida lo rescaté con ganas. Lo cierto es que tampoco tengo mucha más idea de este grupo, a parte de estos dos discos se que sacaron un EP en el 2006 The Gleam, pero no se si hay más o que. Tampoco me he vuelto loca buscando. Solo se que su bluegrass, americana, folkpop me envuelve estos días en los que busco algo de concentración para no liarla demasiado el viernes por la tarde y liarla el resto después por la noche bilbaína. Estos yankies están algo colgados, y eso también me gusta.















sábado, septiembre 06, 2008

Music is my savior, maimed and tamed by rock and roll

Hace ya días que le tenía ganas a la siguiente canción, pero mejor esperar a que pasara el concierto de Jeff Tweedy. Fue una delicia poder escuchar en directo canciones como Sunken treasure, I’m trying to break your heart, war on war, black eyes, heavy metal drummer, jesus etc, secret of the sea, radio king late greats, California Stars (I'd like to dream my troubles all away, on a bed of California stars, sensacional) o pecan pie (que cayó a petición del respetable, aunque también se notó que hacía tiempo que no la tocaba). Se me olvidan muchas pero es que fueron precisamente eso, muchas las canciones que cayeron en un buen concierto que cerró con el segundo bis sin micro ni ampli, lo que provocó un silencio de admiración y deleite total de los allí presentes. Disfruté mucho de su concierto y creo que él también disfrutó o al menos se sintió cómodo interaccionando con el público de un modo amable y hasta divertido.

martes, septiembre 02, 2008

Let's just keep fighting the end

a ver que te parece, suena muy The Smiths. A mi me han gustado” Con una frase por este estilo me recomendaron el otro día el No cities left de The Dears, que es de hace ya unos años y que yo no había escuchado nunca. Me encanta que me recomienden discos, de modo que aprovechando el retraso de un avión y con la Rockdelux recién sacada de imprenta me dispuse a dedicarles algo de tiempo a ambos (a la Rockdelux y a The Dears, claro) a sabiendas de que entre el ipod y la revista mi aislamiento del mundo iba a ser extremo, tanto que casi pierdo el avión por un cambio de puerta inoportuno. Lo cierto es que The Dears me resultaron tanto a Smiths que no me atrevería a decir que simplemente suena a estos, lo intentan pero claro está no lo logran del todo. Canciones oscuras llenas de melancolía que por momentos podría caer en algo casi depresivo, unido a una voz que recuerda a partes iguales a Damon Albarn y al propio Morrisey (en este caso no se si incluso de un modo forzado) que podrían ponerle música a una tarde de otoño frío y lluvioso como las que probablemente se avecinan. We can have it es un tema al que le cuesta mucho arrancar y cuando parece que lo logra tampoco da para mucho. Who are you, Defenders of the Universe tiene cierto ritmo y en un momento dado entiendo que guste, pero a mi lo que más me ha gustado es que es la más corta del disco, lo cual tampoco dice mucho a su favor. Lost in the plot me ha sonado algo lineal además de un poquito cursi -por qué no decirlo- (don't mess with our love, our love is so much stronger), de The Second Part y de Don’t lose the faith no diré más y con Expect the worst/Cos she’s a tourist tan solo me da por preguntarme por la necesidad esos violines aunque al menos resulta algo más movida, Pinner together, falling apart comienza como arrastrándose y termina como puede aunque recreándose en ella misma en demasía, Never destroy us y Warm and sunny days no me dicen mucho, 22: the death of all the romance es un dueto sin sorpresas que empieza con algo como I have never cried in anybody's arms the way that I have often cried in yours sin aportar nada más que eso. Cierra el disco la canción que le da título y Postcard from purgatory. En general me han sonado algo melodramático tanto la música como la letra. Ya sabemos que todo está perdido, que nunca será como nosotros queremos y que siempre es mejor esperar lo peor, pero de ahí a recrearte y regocijarte en ello y encima esperar que aguante todo el disco sin hacer al menos un gesto de cansancio ante tanta decadencia final ya es demasiado. Juro que le puse ganas y quise que me gustara, pero no he podido. bs

lunes, septiembre 01, 2008

Me he perdido

Tras este fin de semana tan movidito solo puedo decir que ando totalmente despistada, eso o que me he saltado algún paso en la evolución sociológica moderna. Me resisto a creer que las reglas del juego hayan cambiado tanto. Me he escondido y hasta llegado el caso podría admitir que incluso me he recreado en mis propias ruinas. Pero lo que quedaba de mi, aunque no fuera mucho, ha continuado levantándose cada mañana. Al final todos jodidos. Creo que a pesar de todo no admitiré a trámite las aceptaciones de cobardía del resto. No deberíamos llegar a eso tan alegremente y darlo por válido. Si total vamos a terminar en demolición hagámoslo bien, y aunque sea tan solo al principio pongámosle algo de coraje. Si hace unas semanas le puse cara de “no digas tonterías”, tras lo acontecido en los últimos días tan solo me queda llamarla para darle la razón y ofrecerle mi apoyo en su conquista, o al menos en el intento de ella. Me resisto a aceptar alegremente el apocamiento generalizado. Panda de cobardes. Yo sigo perdida aunque quizás debería probar eso de dormir algo más de 3 horas, puede que me ayude a aclararme y a entender algo. Mientras pienso en ello y me pierdo aun más en la nada de mi misma pienso también que a veces creo que odio a los hombres y su cobardía extrema y su falta de osadía. Estoy completamente despistada y perdida, muy perdida.