lunes, noviembre 30, 2009

Yes, I know I'm going to Hell in a leather jacket

No estoy segura de que se necesite una opinión más sobre el disco de Julian Casablancas, pero aun así daré la mía, ya que para bien o para mal se ha convertido en el álbum que más estoy escuchando últimamente. Y repito, para bien o para mal, que no lo termino de tener del todo claro y eso me desordena. En un principio pensaba titular el post con we're going nowhere, and we're going there fast, me parecía más adecuado. Lo de discotequero, ochentero, electrónico y en definitiva raro viniendo de quien viene es algo en lo que coincidiremos todos, así que no me recrearé en ello. Aunque lo cierto es que sólo es raro porque quizás esperábamos otra cosa cuando el hombre ha hecho lo que le ha dado la gana. Aun así el asunto no es ese, creo yo, sino que resulta ser un disco que no se bien si me gusta o no, o si es bueno o malo. No lo termino de tener claro. Tras todas las escuchas que le otorgado diré que sí me gusta, y hasta me atrevería a decir que mucho, pero también admito que mi opinión sería diametralmente opuesta si hubiera hecho con este disco lo que hago con otros que no vienen firmados por Julian Casablancas, es decir, tres o cuatro escuchas y si no me convence a otra cosa. Y con eso mi opinión sería en firme. Pero resulta que al señor Casablancas le he otorgado un crédito del que no se si es merecedor, y tras la n-ésima escucha ya he entrado en fase con su música y mi opinión es buena, tanto como hasta atreverme a defenderlo si hiciera falta.


Una crítica en vete-tú-a-saber-dónde leída hace vete-tú-a-saber-cuándo comenzaba con un claro Julian Casablancas, el nombre es suficiente, no!? Ante eso mi primera respuesta fue pues claro que no es suficiente, el nombre no me da más garantía, si acaso algo de ventaja inicial tan solo. Pero visto lo visto supongo que tendré que admitir que sí, que el nombre es mucho más de lo que quisiera, ya que si mi opinión es buena es tan solo porque le he dado oportunidades, muchas más de las que le daría a cualquier otro nombre. Y eso, en el fondo, me jode que sea verdad.


Creo que el disco es una contradicción dentro de un conjunto coherente, y así es tal y como yo lo veo, por muy paradójico que resulte. Le ha salido un contrasentido lógico, y una extravagancia congruente. Nunca me he sabido explicar muy bien, pero va por ahí el asunto, creo que este disco me lleva a pensar que las sinrazones a veces se llevan bien. El sonido te lleva al de hace unas décadas, pero asimismo también tiene ese punto algo futurista, algo extraño. Te topas con cosas ridículas pero inmediatamente encuentras momentos geniales en los que piensas que la actitud está ahí, sigue presente, y eso siempre fue lo más importante. Y así con todo. También me parece a mi que se tendría que escuchar este disco bajo el prisma de la mordacidad, creo que se le podría sacar más jugo si así se hiciera ya que creo que esta es parte importante de sus canciones.


Reconozco que estaba más que ansiosa por verle en directo (ahora que se ha mudado a LA -no se si temporalmente o qué, pero por lo visto está encantado en SilverLake- nos ha deleitado con una residencia en el Downtown Palace theater de lo más jugosa durante todo el mes de Noviembre) y supongo que esas ganas de verle me venían con trasfondo de confirmación de algo que no tengo muy claro aun qué es. Ya digo que hoy va todo de contradicciones de lo más razonables. En el teatro una silueta se vislumbra y para cuando te quieres dar cuenta resulta que es él dejando patente quién es el deseado, por si aun no lo tenías claro. Aparece con ese fulgor del que se le ha rodeado a su figura y del que creo que disfruta con cierto desdén. No entraré con detalle en el concierto (para tu alegría), pero sí quería destacar eso, la actitud de este tipo. El conjunto y sus detalles. Su presencia sobre el escenario, la cazadora de cuero, las imágenes y efectos visuales, la puesta en escena en general de la banda que le acompaña, el descanso a pesar de lo corto del repertorio (entre otras, además, nos embaucó con una cover del clásico de Randy Newman, I love LA completamente revisada -quizás para evitar eso del hate NYC? supongo- además de alguna otra de los strokes, claro), el cambio de vestuario, de nuevo él, de blanco por entero, adornos incluidos. Está sobrio, emanando una figura de vuelta de muchas cosas, carácter y personalidad, aunque parece que muy a su pesar. Por momentos humilde, agradecido, en otros tan ajeno al público como arrogante hasta darnos la espalda. Me encontré con muchos Julian Casablancas, más de lo que esperaba.

No fue el mejor concierto del mundo pero sí resultó excepcional, no son las mejores canciones pero las disfruté como si lo fueran, ni resultó el mejor de los sonidos de directo pero eso que más da, ni el precio de entrada más barato y repetiría sin dudarlo, una y otra vez. De nuevo lógicamente contradictorio todo.

No se si al menos tú te aclaras, yo tan solo puedo decir que mi mes de Noviembre ha sido por entero suyo.


miércoles, noviembre 18, 2009

La espantada de Sufjan

He profesado tan abiertamente y en multitud de ocasiones mi amor incondicional por este hombre como por ningún otro en toda mi vida. Que se dice pronto. Cosas como esta, por poner un solo ejemplo, no hacían más que reafirmar mi devoción hacia él. El caso es que ahora el bueno de Sufjan (puede haber acaso un nombre más bonito?) se encuentra en un momento de crisis, de autoreflexión. Lo dice él abiertamente en la entrevista que dio a Paste con motivo de The BQE, y es bien sabido desde entonces por todos. Sinceramente, pensaba yo que estaba muy liado en otros menesteres musicales, entreteniéndose con otras cosas, mucho más que en darle al siguiente estado o, si prefiere pasar de los 48 que le restan, darle continuidad tan solo musical -que no temática- a su carrera. Reconozco que soy muy mal pensada, ya que era de las que estaba casi segura de eso, que daba de lado su faceta como músico para centrarse en la de mecenas, productor o como quieras llamarlo. Pero por lo visto el chico está pasando por un mal momento. Pobrecito mío.
Hasta aquí el buen rollito.
Personalmente no me gustaron las declaraciones de niño algo tonto que hizo el, hasta el momento, bueno de Sufjan. No solo me gustaron más bien nada sino que además me chocaron bastante como para que algo en mi cabeza hiciera click y pasara de modo-Sufjan-molón a modo-Sufjan-algo-capullo. Desagradecida que es una, supongo. Además de eso mi otra sorpresa fue que en todos lados (entendiéndose de eso que llamamos blogosfera) me he ido encontrando con opiniones más bien tibias, bien intencionadas, sosas o condescendientes al respecto. Debe ser que soy muy mala persona, porque mi opinión sobre el tema dista bastante de ser cordial.
Así que cuando el otro día me encontré con esto me alegré bastante, ya que primero, por fin me encontraba con alguien con quien estaba de acuerdo, y segundo quizás no soy tan mala sino tan solo razonable en mi mosqueo. A lo mejor por ahí hay una legión de opiniones afines a las mía propia, pero hasta el momento ese post es el único que yo he leído que le mete un poquito de -merecida- caña.

Entiendo como lícito que no esté inspirado, que esté cansado o que se cuestione si su trabajo lleva a algún lado. De hecho creo que es algo que todos nos hemos podido plantear de un modo u otro. Creo que es hasta sano y necesario plantearse las cosas de vez en cuando. Pero hay dos puntos fundamentales en los que discrepo abiertamente.
Primero me duele leerle, y especialmente a él que tiene en su haber discos preciosos, que no cree más en el álbum. Quizás sea lo que menos me haya gustado. Supongo que porque se lo dice a gente como yo que sigue comprando discos y que aun le ve ese punto hasta algo romántico que tiene el asunto. Me lo dice a mí, que disfruto como si fuera una niña pequeña el día de reyes cuando abro un disco por primera vez. Me gusta pensar, aun, en el disco como un todo, no como un simple conjunto de individualidades llamadas canciones. Al menos con la música de Sufjan Stevens me ocurre eso, que puedo escuchar su disco y notar y disfrutar el conjunto. Eso por no hablar de la tontería esa de que no cree más en las canciones, sobre todo viniendo de un rapsoda del siglo XXI. Podría nombrar un buen número de canciones suyas que me transportan a momentos y personas muy concretas de mi vida, que la adornan, que me sirven de banda sonora, que me hacen sonreír, en definitiva, que forman parte de mi vida. ¿Acaso el saber, como bien debe saber él, que eso nos ocurre a muchos con sus canciones, no debería ser más que suficiente razón de ser para sus composiciones? De todas formas aun entendiendo que, en un momento dado, se pueda no creer en el concepto de álbum, no estoy muy segura de que se pueda creer o no en el de las canciones, supongo que una canción simplemente es o no es, pero no se si es algo en lo que se pueda o no creer del mismo modo.
Así que supongo que como compradora habitual de discos, y como fan de su música -sus discos sus canciones- no solo no me gusta leerle eso sino que además hasta me mosquea. Supongo que su función de trovador se tendría que ver reforzada y compensada cada vez que una persona como yo sonríe, se emociona y disfruta de sus canciones al escucharle. Y si eso no le basta no es él como yo había imaginado y mal andará, al menos conmigo, en lo sucesivo.

Otra cosa que no me ha gustado mucho o más bien nada es eso de que resulta ahora que aquello de los 50 estados era una especie de broma. Recuerdo haber leído varias y variadas entrevistas a este tipo -anteriormente conocido como el bueno de Sufjan- y en todas ellas (en las que siempre caía la pregunta de rigor hacia el susodicho proyecto) continuaba afirmando y explicando su propósito.
Hasta ahora.
Ni recuerdo ni he hecho por recordar dónde y cuándo leí eso que digo, pero lo que sí que he hecho ha sido algo tan sencillo como buscar entrevistas suyas en youtube y una simple búsqueda de Sufan interview me ha llevado a esto y esto como simples ejemplos, donde -además del ramalazo que desprende el hasta ahora bueno de Sufjan- se puede comprobar de primera mano cómo no solo no bromeaba tanto como ahora afirma, sino que además lo repetía y explicaba alegremente. En todas ellas explica muy bien cómo había surgido la idea, que al empezar a escribir canciones le salía escribir sobre su home state, sobre lugares que él conocía de Michigan, y que a partir de ahí pensó que podría ser interesante hacer algo similar con el resto de estados de la unión, a partir de la propia historia y lugares de cada uno de ellos. Lo dicho, que salió así, de un modo natural, tal y como suelen surgir las cosas. Me creo más eso que, el que de repente, sea fruto de una broma. Me parecería mucho más honesto por su parte decir que está hasta las narices de que le pregunten por ese asunto de los 50 estados, que está un poco cansado y el siguiente, si llega, vendrá cuando tenga que venir o cuando le apetezca, y tampoco tiene que decir mucho más sobre ello si no quiere. Que si está agobiado lo comprendemos, pero que ahora, como se dice vulgarmente, recule de este modo tan tonto sólo denota que además de ser un poco necio es bastante menos inteligente de lo que yo le había supuesto.

Quizás lo que necesita este hombre es empezar a tomarse a sí mismo algo menos en serio, aprender a relativizar las cosas y así poder seguir escribiendo canciones que formen parte de nuestra vida como ha hecho hasta el momento. De todas formas, cuando vuelva a encontrar un norte hacia el que apuntar, después de estas tonterías con las que nos ha deleitado y cuando logre contestar a todo eso que se plantea, con suerte quizás podamos disfrutar de un Sufjan en versión mejorada. Un Sufjan en versión mejorada es difícil, pero posible. Me da igual que salga de nuevo vestido de pájaro o mariposa recién salida del capullo, que nos venga mucho más religioso -si es que eso es posible-, que hable o no del estado que quiera, que se disfrace como le venga en gana, como si le da por hacer una desgarradora canción punk en las próximas navidades (en lugar de los encantadores pero también algo edulcorados villancicos a los que nos tiene acostumbrados), en definitiva, me da exactamente igual que salga la versión que sea. Sólo quiero más de él, porque a mi una canción -cover- en un recopilatorio o una banda sonora sobre una autopista, no me sirve o no colma mis expectativas, y mucho menos si lo adorna con este tipo de declaraciones. Me da igual, que sea lo que sea, pero que al menos se deje de tonterías.

martes, noviembre 03, 2009

Just go back to sleep, go back to your dreams

No me extrañaría mucho que On my way de Tap tap fuera uno de esos discos que un poco como quien no quiere la cosa apareciera en alguna –quizás poca pero alguna- avispada lista de esas de lo mejor del 2009 (que en breve nos invadirán sí o sí) entre nombres tan esperados y hasta unánimes como veckatimest, merriweather post pavilion, etc etc… Yo es que no soy muy de listas, aunque después no me deje ni una sin revisar.

Lazafame fue uno de esos discos que aun sin ser de los imprescindibles de 2006 (o era 2007?) sí fue de los disfrutables. No le dediqué una escucha a este On my way (llamado igual que una de las canciones del anterior) hasta hace bien poquito, cuando decidí dar un paso para salir del cierto aletargamiento personal que me ha invadido, pero una vez puesta en ello me ha atrapado. Simple y agradable pop, nada ostentoso o pretencioso, tan solo eso, pop y además del más habitual, pero a la vez un trabajo encantador que gana con las escuchas. Lanzafame fue un buen comienzo, y este On my way una gran continuación, en la misma línea pero como con más cuerpo o carácter.

Después de iniciarse con la tristemente bella Autumn and tea llega esa oda a la codeína (nuestro opioide de prescripción legal preferido con permiso de la vicodina, claro), una pseudo canción de amor que hará que incluso muchos piensen en esta droga como una persona (si eres tan fan obligado de la codeína como lo soy yo te hará sonreír en más de una ocasión). Pero asimismo, al poco de escucharla me vino a la cabeza que a pesar de lo bonito que pueda resultar lo dicho, también es cierto que la codeína (la de verdad, no tanto los suavizados preparados de codeína con productos combinados de venta y prescripción más habitual de marcas comerciales) tiene un punto inicial amargo y desagradable, bastante -pero una vez ingerida sus efectos analgésicos bien lo valen- y pensé que tanta exaltación podría tener ese juego (ya sabes, aquello de que cómo me jodes pero bien lo vales o algo así). Dirty sky me deja con una sonrisa para cuando llego a la sorpresa de la algo pegadiza El gusano, que me gusta cada vez más a medida que la escucho. Cierto es que Straight to hell se me pasa rápido pero para llegar a la gran Half moon street que es de las que contagian, enganchan y atrapan desde la primera escucha con emocionante simpleza, posiblemente la más destacable. Después de eso Queen of hearts me parece más un trámite y más de lo mismo para llegar a la recta final de canciones que ya se me diluyen y mezclan un poco unas con otras, todas en esa línea de grácil pop atemporal, y es que de esas 4 últimas canciones tan solo start a war solicita mi atención.

Tap tap por lo visto nació en su momento como algo paralelo a la banda principal, pero resulta que Thomas Sanders ya lleva él solito dos discos de calidad destacable mientras que aun esperamos el segundo de Pete and the pirates. Esto de que el proyecto paralelo termine teniendo algo más de interés que el, en teoría, proyecto principal ya me suena de algún otro. La cuestión es que llevo varios días con este disco repitiéndose en mi reproductor y aun no me he cansado.



lunes, noviembre 02, 2009

I just really love all this

Todo visto en loveallthis.tumblr.com

Me he pasado como más de una hora larga poniéndome al día con esta página que llevaba un tiempo ya sin visitar, y no he podido, ni querido, resistirme a postear algunas de las cosas que ahí he visto.

I don't care if Monday's blue, Tuesday's grey and Wednesday too, Thursday I don't care about you. It's Friday, I'm in love!
Monday you can fall apart, Tuesday, Wednesday break my heart. Oh, Thursday doesn't even start. It's Friday I'm in love!
I don't care if Mondays black, Tuesday, Wednesday - heart attack, Thursday, never looking back. It's Friday, I'm in love!
Monday, you can hold your head, Tuesday, Wednesday stay in bed. Or Thursday - watch the walls instead. It's Friday, I'm in love!

Sobre lo siguiente decía el post que if Pixar and Amelie (the movie) were to have unprotected sex, Skhizein by Jérémy Clapin would probably be their kid. Enjoy! A mi me ha encantado!

Skhizein (Jérémy Clapin,2008) from Stephen Dedalus on Vimeo.



Y ya para ir terminado por hoy, no te pierdas el siguiente video! Animated short about the plague of “smooth jazz” in offices: “Distraxion” Genial!

domingo, noviembre 01, 2009

in a dead man´s party

Halloween bien STOP mi maltrecho cuerpo aun me lo recuerda hoy STOP West Hollywood Halloween Carnaval es un gentío algo verbenero con ganas de fiesta un tanto adolescente STOP y eso tuvimos STOP el titular revelers are a treat me parece de lo más acertado con lo de anoche STOP santa monica boulevard fue nuestro STOP por entero STOP desde troubadour hasta La Cienaga, que se dice pronto STOP no vi ningún concierto STOP o quizás sí pero no me acuerdo STOP creo recordar un circo STOP pero necesito que alguien me confirme esos detalles STOP