Se puede buscar redención en muchos lugares, en la bebida, en las drogas, en los amigos, en la soledad, en el trabajo o incluso en la nada más absoluta. También es cierto que cuando alguien cercano lo busca y se apoya en ti para ello, de un modo u otro tú también lo terminas encontrando. Digamos que todos tenemos nuestros demonios. Todo este rollo viene porque anoche me tocó a mí hacer de almohada, sobre la que se buscó apoyo, se lloró y más tarde se durmió. Si en un principio iba buscando su redención u olvido en otras cosas finalmente lo encontró todo en la cerveza, en mi y, como no, en las canciones. Con todo, a mi también me fue bastante bien el repaso (musical, moral, anímico o como quieras). Y aunque no todo lo de ayer me gustó me vino bien saltar un poco, reírme de nosotros mismos, reencontrarme con quien fuera, escuchar canciones que tenía olvidadas y darme cuenta de que hasta las peores canciones de ayer tienen un hueco en mi cabeza. Nunca he terminado de entender bien esto último, cómo puede ser que no me acuerde de cosas importantes o interesantes pero después me acuerde de la letra, del nombre del disco e incluso del año de publicación de una canción que además no me gusta. También están las que no me disgustan pero les tengo tanta manía que no puedo con ellas. Otra cosa que me quedó claro ayer es que mi vida salta de canción en canción y que no hay momento de mi vida que no pueda relacionar con alguna canción o grupo o disco, como si caminara a través de ellas o no fuera capaz de dar un paso sin una canción nueva en mi cabeza.
A continuación unas cuantas canciones que anoche crearon cierta polémica, no están ni mucho menos todas las que fueron, eso me llevaría demasiado tiempo…
Aunque el orden de hoy es aleatorio, la primera es Every day I love you less and less de Kaiser Chiefs. ¿cómo puede una canción darme tanta rabia a la vez que hacerme bailar sin parar?