martes, junio 30, 2009
miércoles, junio 24, 2009
the way that Icarus thought he might own the sky
sábado, junio 20, 2009
It might get loud
No hay ni que decir que es un documental de esos que se marcan como de obligado visionado para todo aquel que disfrute del sonido de la guitarra eléctrica. Un documental de música que se centra en eso, en la música, en el proceso creativo, en el sonido que sale de una guitarra eléctrica, o bueno, el que sale de tres en este caso. La relación de tres hombres y sus instrumentos. Una delicia. Me gusta eso que dice la nota de prensa, It Might Get Loud might not affect how you play guitar, but it will change how you listen. Por cierto, el cartel de la película no puede ser más bonito. Tres guitarras y tres nombres. Porque eso es lo que es la película. Música a través de esas guitarras y de la visión y versión que de ella tiene cada uno de los protagonistas.
Ah, y otra cosa, mola muy mucho como se ve a Jack White construyendo una guitarra con un trozo de madera, unos clavos, unas cuerdas y haciendo que suene con un ampli. Lo puedes ver también en el trailer.
miércoles, junio 17, 2009
Nunca he sido una chica muy lista, sobre todo para las obviedades, de modo que a veces necesito que me expliquen las cosas. Cuando el otro día el alcalde de LA, Antonio Villaraigosa, un latin lover (en serio, reúne casi todos los estereotipos para considerarlo como tal, muchos más de lo que cualquier político desea por muy demócrata que sea) y con un pasado pandillero del que ahora reniega, salió diciendo que
Por cierto, tras reírnos algo de Phil al leer, comentar y darle la razón a esta columna, mi adorado Tomeu (con quien siempre hablo de NBA y ante el que perdí la porra de estas finals) y yo pensábamos que si a Phil Jackson le dan un anillo por no entrenar, quizás a Kobe le deberían dar dos, por jugar y entrenar dentro de la cancha. Y si no te lo parece deberías ver el Kobe doin’ work de Spike Lee, como ejemplo fácil.
sábado, junio 13, 2009
Folk de dormitorio
lunes, junio 08, 2009
‘Dark Night of the Soul’ can be seen but not heard
El título lo he robado del titular de la noticia que leí en el LATimes sobre la exposición de las fotos que David Lynch hizo con motivo del no-disco que Danger Mouse y Sparklehorse se organizaron junto con otro tanto plantel de artistas. La historia quien más quien menos ya se la conoce, así que me la ahorraré. La colaboración de David Lynch era la parte no musical de este proyecto multimedia y su aportación sería a modo de fotografías que irían a completar un libro que se vendería junto con el disco, ese que terminó siendo un no-disco. Por lo visto, tras escuchar las canciones un David Lynch inspirado por ellas se lanzó a sacar fotos con intención de visually interpret las canciones.
Pues bien, ahora que el disco es oficialmente un no-disco por motivos que bien todos ya conocemos, lo que sí tenemos (de modo oficial o legal o como quieras llamarlo) son esas fotografías, que además de ponerse a la venta en forma de libro, pueden ser disfrutadas en la exposición que desde hace unos días se celebra en
50 fotografías dispuestas en dos salas y enmarcadas del modo más simple posible. La música del disco, sonando de fondo, junto con el recorrido en el orden adecuado te invita a experimentar el álbum a juego con las fotografías. Reconozco que disfruté mucho de las fotos, pero también digo que no de todas, que hubo otras que se me escapaban de la intencionalidad. Hubo alguna que realmente me encantó, tanto que la pondría en mi casa para verla día tras día. Quizás eso sea una de las mejores cosas que puedes decir de una obra, que estarías dispuesta a llevártela con la intención de disfrutarla en todo momento. Hubo otras a las que no le vi ni la gracia ni la razón de ser, pero entre 50 no podía ser todo perfecto.
Por el siempre módico precio de $3500 te podías hacer con una de las fotografías, de modo que finalmente me decanté por el libro, que se podía comprar allí mismo, y que contiene las 53 fotografías finales. El libro, que tiene una edición limitada a 5000 copias (la que yo me llevé era la 243), comienza con unas palabras de Danger Mouse explicando cómo surgió la idea desde aquel SXSW de 2004 y cómo fue tomando forma hasta contactar con David Lynch y que este accediera a formar parte del proyecto. No dice nada sobre EMI o cualquier otra referencia a la razón por la cual el disco no ha podido salir a la venta. Todo muy elegante, como toca. Danger Mouse termina diciendo David Lynch’s visuals of Dark Night of the Soul are presented here to accompany the album. Por lo demás, pues lo que todo el mundo ya sabe, la nota diciendo For legal reasons, enclosed CD-R contains no music. Use it as you will.
Hice alguna foto de la exposición, pero en casi todas o bien salía el reflejo de alguien o el mío propio, de modo que lo mejor será que deje las fotos que del propio libro hice al llegar a casa. Insisto en que son fotos hechas al libro, y tan solo aquellas que me ha apetecido poner, además de destacar que aquellas en las que se ve la imagen desenfocada es porque así es tal y como DL quiso que quedara. Además, cada foto viene acompañada por una frase de modo que aquí la pongo también. Así que, aunque sean pocas y seleccionadas las que aquí cuelgo como para que lo hagas, juzga por ti mismo.
every time I'm with you
the shiny people stink
this is where all will fall
they all thought that you were dumb
intent on rendering obsolete
somehow forgiveness lets the evil make the laws
El CD, aunque vacío, me gusta bastante con la imagen de una de las fotografías que quizás más me gustaron de la exposición. Dreams float up.
Me gusta, en general, la chulería de los que se han plantado y han dejado que la música circule a nuestro placer con la única intención de chulearle a quien merece ser chuleado.
lunes, junio 01, 2009
Anoche (la mía, que no la suya) el lacónico “Mimà ha perdido a la niña” con el que Elisa me despertó me impactó tanto que me puse a llorar, y después casi no pude dormir del mal cuerpo que se me quedó. Por lo visto, en casos como este encima hay que pensar que afortunadamente no fue peor. Ni me lo quiero imaginar. A veces pienso que la vida es una gran jodienda, y es tan difícil que las cosas salgan bien que el hecho de que sea lo habitual hace que no lo valoremos en su justa medida.